Efrén
Navarro.
Al
Bat
Enguerrando
y las agendas pendientes
Por Jesús Alberto Rubio.
De nuevo, antes de entrar
en materia con los acertados comentarios/ideas/opiniones del colega Enguerrando
Oliverio Tapia Gardner, hablemos de Jaime García.
Vea:
Jaime García, al dejar lo
que siempre fue su equipo, los Cardenales de San Luis, se une en Atlanta a un
staff donde figuran Julio Teherán, R.A. Dickey y Bartolo Colón (ambos
adquiridos también en fecha reciente), así como Mike Foltynewicz, Josh
Collmenter y Matt Wisler.
Confiemos en que a Jaime
le vaya al cien en su nueva franquicia que, quizá ya lo sabe, sigue haciendo
magníficos movimientos –también contará de nuevo (procede de los NYY) al
receptor Brian McCann-- tratando de
volver a los primeros planos… o sea, mínimo a postemporada.
Ropaje
de oro
Por aquí en la LMP, Efrén
Navarro sigue poniéndose el ropaje de héroe de manera por demás frecuente. Sus
hits claves, a la hora cero, le han dado a Naranjeros varias victorias como
sucedió en el tercero de la serie ante los Charros, ya pasaditas de las doce de
la noche en el treceavo, para completar la barrida.
No pierda de vista a esta
versión de Naranjeros, porque como lo dijo Navarro a la colega Ariadne Navarro,
en la entrevista de terreno de juego
después del triunfo, “hay gran unidad en este equipo”, lo cual
obviamente dice mucho.
Lo estamos viendo… en
efecto.
Las
agendas pendientes
¿Seguimos con el tema de
agendas pendientes?
Ahora corresponde al
colega Enguerrando Tapia Gardner --director de la revista y el sitio web
Junio7--, tomar el bat sobre esta temática, del todo vigente y que espera
respuestas:
1.- Los uniformes llenos
de parches publicitarios son una ofensa al público, a la fanaticada, a la
tradición (y campeonatos) que tiene cada equipo y a los mismos jugadores.
Es muchísimo dinero el
que ya de por sí ganan los dueños de las franquicias (por concepto de entradas, cheve, comida, souvenirs, jerseys,
gorras, publicidad en vallas y bardas, etcétera), para que todavía se comporten
en forma tan tremendamente ambiciosa y avara al vender cada centímetro cuadrado
de la tela de los uniformes al mejor postor.
Representa, esa práctica
mercenaria, el grado de decadencia en el cual se encuentra el deporte nacional
e internacional, porque el fenómeno negativo de la venta indiscriminada de
publicidad, se ve y se da a nivel mundial. Al rato, si siguen así, van a querer
tatuar a los jugadores con las marcas patrocinadoras, y si nos descuidamos los
fanáticos, ¡a nosotros también!
2.- En cuanto al Museo
del Beisbol en Sonora, totalmente de acuerdo contigo, urge retomar e insistir
en que se haga realidad este punto importantísimo de tu propuesta de agenda
2017.
3.- Mover la estatua de
Héctor Espino al nuevo estadio es, para los dueños del equipo, como quitarle un
pelo a un gato. Que se dejen de hacerle al loco y dediquen lo de la venta de
cerveza de una serie de fin de semana en el estadio a ese fin, ¡verás que hasta
les sobra!
También apoyo la
propuesta llegada desde Mexicali, en el sentido de rebautizar el estadio como
"Estadio Sonora-HECTOR ESPINO", porque no es justo borrar de un
plumazo al más grande jugador de beisbol que ha dado México y el más entregado
toletero que han tenido los Naranjeros en todos los tiempos.
4.- La campaña de
"NO FUMAR" debe hacerse de manera general en TODOS los centros
deportivos amateurs y profesionales en donde se concentren familias, niños y
gente mayor; las autoridades de Salud deben prohibir esta práctica en los
estadios en particular.
5.- El viejo estadio HE
debe ser rehabilitado para que forme parte de la unidad deportiva del perímetro
y que sea aprovechado por las juventudes hermosillenses en lo particular y
sonorenses en lo general.
De acuerdo, mi Engue…
Y
yo digo:
Caray, qué lamentable.
En relación a los parches
publicitarios:
A dónde hemos arribado en
béisbol, un espectáculo-negocio que busca subsistir a costa de todo, sin que
importe la dignidad y el respeto a la investidura del principal protagonista.
¿Y los mercadólogos dónde
están?
Le digo a Margarita
Guerrero, colega, que la denuncia, crítica/rechazo es un primer paso a la
exigencia/demanda en defensa del jugador y la buena imagen del pasatiempo.
Voces unidas al unísono,
podrían incidir y encontrar respuesta.
Esperemos.
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