¿LANZADORES ABRIDORES O CERRADORES?

¿ Qué es lo que marca la carrera de un lanzador para que pueda ser un buen cerrador o un buen abridor?

Una buena interrogante màs que nos hacen los aficionados y los buenos fanáticos del café matutino.

El beibol profesional ha sido muy estudiado de tal forma, que psicológicamente se ha demostrado que no son sólo las cualidades o habilidades del jugador, sino la personalidad y el carácter  lo qué ha llevado a muchos a pasar del jugador del montón a ser súper estrella.

Hay varios especialistas que por cierto han escrito varios libros sobre psicología deportiva y alguno de ellos dicen entre otras cosas que "el temperamento de un jugador puede llevarlo más lejos si sabe como usarlo de una forma productiva", este tipo de pláticas se aplican con mucha frecuencia en algunos equipos del beisbol mexicano como ejercicios motivicionales a sus jugadores. Eso lo vivia muy frecuente en lo personal cuando fungí como Gerente General de varios equipos.

Hay diversos ejemplos sobre situaciones de lanzadores en dónde los han convertido de pitchers abridores a cerradores y con mucho éxito, como es su momento vivió

LUIS IGNACIO AYALA Y AMILCAR GAXIOLA, CERRADOR Y PITCHER INICIALISTA..... EXCELENTES.............

el pitcher dominicano José Meza, quien en sus años como abridor con los Indios de Cleveland nunca fue excelente, pero al estudiar su personalidad se dieron cuenta que sus números cuando estaba en problemas con corredores en base eran muy diferentes a cuando tenía las bases limpias, entonces decidieron hacer el cambio.

Porque se ha descubierto que jugadores como en el caso de José, son del prototipo de individuos que cuando están en peligro, usan su instinto de auto defensa y van a morir o matar y con ese tipo de personalidad casi siempre son buenos cerradores, ya que cuando están en situaciones dónde tienen que pensar mucho o simplemente no tienen preocupaciones, su rendimiento no es el mismo, porque después del cambio, José se convirtió en uno de los mejores cerradores en los últimos años, logró romper varios récords en la organización ese mismo año en que hizo la transición de abridor a cerrador y logró 52 salvados esa temporada.

El cerrador es un trabajo sumamente diferente desde el punto de vista psicológico, o pregúntele a Mariano Rivera que es la clase de jugador que es muy difícil encontrar. Mariano tenía dos lanzamientos diferentes, pero lo que lo sacó adelante fue su determinación al ejecutar en los momentos difíciles lo convertían en algo muy especial.