En serios problemas
Lunes, 28 de agosto de 2017 -
Los Leones, de nuevo sin bateo, caen en Puebla y complican su situación en la final del Sur
Soleada tarde de domingo en la Angelópolis. Serie Final de la Zona Sur empatada a un triunfo. Los Leones encomendaron la misión al mejor brazo que tuvieron en el año, el de José Samayoa.
Dos horas y 37 minutos después, pese al excelente trabajo de Samayoa, los Leones quedaron tendidos en el terreno ante los Pericos locales, 2-1, que tomaron la delantera en la serie.
Y es que la expedición yucateca al “Hermanos Serdán” fue detenida en seco por la extraordinaria labor del abridor local Jaime Lugo, quien brilló con luz propia en un parque no muy amigable para los lanzadores. Generalmente, la tumba de los mismos.
Pero ayer, no fue así. Lugo y Samayoa protagonizaron un magnífico duelo de pitcheo para condimentar al máximo el sabor que sólo los juegos de playoffs tienen.
El derecho nativo de Ciudad Obregón dominó a placer a los Leones durante siete entradas, en las que apenas aceptó tres hits, no dio base y ponchó a cinco enemigos. Realizó la friolera de 70 pitcheos, 50 de ellos strikes, pero no salió a la octava por decisión del mánager Tim Johnson, misma que le costó quedarse sin decisión.
En su lugar entró el cerrador Deunte Heath, quien después de retirar el primer tercio de la octava fue sacudido por un cuadrangular del receptor león Sebastián Valle. Bombazo al izquierdo que empató momentáneamente el encuentro.
El dominio de Lugo fue tal que retiró 14 enemigos de manera consecutiva y nadie le pisó la tercera base. Apertura de gente grande.
La tumba melenuda se fabricó en el cierre del noveno ante el relevista Francisco “Shito” Rodríguez.
El principio del fin
Sencillo de César Tapia dio la voz de ataque y Héctor Garanzuay, quien iba con la misión de sacrificarse, recibió pasaporte en cuatro envíos de un descontrolado “Shito”. Inmediatamente, al primer lanzamiento, Sergio Pérez tocó de frente al plato, pero Valle se resbaló y cuando tiró a tercera fue demasiado tarde. Todo mundo quieto, casa llena sin out.
Juan Francisco Rodríguez, mánager melenudo, ordenó defensiva especial bajando a Ronnie Mustelier al cuadro para tener cinco infielders. De nada sirvió.
Y es que también, al primer lanzamiento, Alberto Carreón techó al patrullero Leo Heras por el bosque izquierdo para así dejar tendidos a los melenudos ante la locura de los 11,182 aficionados que presenciaron cómo los actuales campeones retomaron la ventaja en la final sureña, dos juegos a uno.
Para destacar la labor de Samayoa cumpliendo con su misión, pero sin bateo es imposible ganar. El derecho lanzó seis actos, con cinco hits y una carrera, una transferencia y tres chocolates.
El único titubeo lo tuvo en la quinta entrada al aceptar un jonrón solitario de César Tapia, que adelantó a los verdes. Le siguieron Jesús Barraza, Alejandro Soto, Pedro Rodríguez y el derrotado “Shito” Rodríguez.
Por Yucatán, que disparó cinco hits, la anemia de la columna vertebral continuó al irse Betancourt, Francisco, Mustelier y Álvarez de 15-1, con cinco ponches.
Sin bateo, imposible
Se esperaba que en Puebla, al ser un parque de bateo, despierten, pero por ahora no sucedió. Yucatán bateó de 4-0 con corredores en posición de anotar, mientras que Puebla lo hizo de 6-2.
Hoy, a las 19 horas, será el cuarto de la serie. Subirá a la lomita melenuda Jonathan Castellanos, quien nunca ha perdido en Puebla. Amanecerá y veremos.— Aurelio Canales González
Jaime Lugo, pítcher
Alberto Carreón produjo la carrera de la victoria, pero fue Lugo quien impulsó a los Pericos al lanzar siete entradas en blanco, permitiendo apenas tres hits y ponchó a cinco. En sus dos triunfos de la serie, el pitcheo poblano no concedió más de dos carreras.
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