Duro golpe a los Leones: Puebla gana el primero de la final de la Zona Sur en entradas extras
Vaya, vaya… Los Pericos se metieron al partido jugando como los Leones y ganaron a su más puro estilo.
Bambinazo de Willy Taveras por el prado izquierdo, luego de dos avisos, decidió a favor de Puebla uno de los mejores juegos de playoffs de los últimos años, 2-1, después de frenética batalla de 13 episodios y 4:02 horas.
Parecía que no llegaría nunca la carrera. Los lanzadores brindaron un recital, en un duelo de apenas 14 hits (ocho por Puebla) adornado con. 29 ponches (15 servidos por los Leones).
Fue, evidentemente, un balde de agua helada para los Leones y sus aficionados. Parecía, mediando el juego, que los Leones iban a paso seguro. Pero los Pericos dijeron presente y empataron con la receta de los de casa.
Cory Snyder, su mánager, ajustó su esquema luego de ver que por jonrones no ganaría… al menos en ese momento. Y en la 13, los Leones no ajustaron sus pitcheos cuando los Pericos comenzaron a verse explosivos.
Con el score 1-0 en la sexta, el primer bate Nyger Morgan tocó perfectamente por primera. Salió a robar segunda y el receptor Humberto Sosa no pudo sujetar el envío, logrando Morgan la estafa. Y el siguiente bateador, Taveras, sacó rodado por la raya de primera, tomando movido a Hector Gimenez. Dicen los cánones del béisbol que siempre se debe cuidar la línea, pero no fue así y el batazo fue doble remolvador. Y adiós ventaja.
Orlando Lara lanzó un juegazo en siete rollos y los relevista brillaron también. Así pasó con Castellanos y demás. Filigrana de pitcheo y grandes lances, destacando Kevin Flores de forma especial con dos jugadones.
Noche especial
En una noche en que se conmemoraron diez años de la coronación de los Leones de Lino y compañía, ya la gente comenzaba a pensar en otro duelo de 14 episodios como un deceño atrás. ¿Quien sería el nuevo Jesse Castillo?
O, diantres… los viejos siempre decían que un gran juego se decide por un jonrón o una pifia de aquellas para no olvidar.
El Kukulcán, empero, es un paraíso o la salvación de los lanzadores. Cada equipo puso la pelota a centímetros de la barda. En cualquier otro estadio esas bolas se iban. Aquí no se fueron.
Había comentado antes Snyder que en su equipo todos pueden botarla y no solo en Puebla. Lo mostró Rodolfo Amador abriendo la 13a al acercarla a la barda ante Jesús Barraza. Para entonces el receptor león era el tercer máscara Carlos Mendívil.
Morgan enmudeció el Kukulcán al sacarla de foul, unos centímetros del poste.
La tercera fue la vencida. Taveras, un chocador de bola, la mandó a la primera fila de butacas del izquierdo. El Kukulcán se convirtió en un cementerio.
Chad Gaudin retiró a los tres de la 13 para sellar la jaula, en una noche que conmemoraba un deceño de la coronación de los Leones de Gustavo Ricalde y Lino Rivera.
En vez de eso, caras largas y un trago muy amargo en un día de efeméride grande.
Los Pericos, dijo Snyder, se ajustaron. Y ganaron. Así de cosas.
Hoy lanza Yoanner Negrín y los Leones esperan más que nunca que su as los meta a la serie. Pero atención: sólo Puebla pudo vencer al mejor lanzador de la temporada. Qué banquete nos espera hoy. La cita, a las 18:05 horas.—
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