ESTRELLAS DEL BÉISBOL
EL BÉISBOL EN LOS 1920s
Por Héctor Barrios Fernández
El cambio entre el béisbol de la década de los 1910s y el de
los 1920s, fue el más repentino y dramático del siglo XX.
El escándalo de los Medias Negras y los comentarios
embarazosos en la prensa, fueron la antesala de siete años de
pobre asistencia a los estadios, (al menos de eso se quejaron,
porque en la década de 1910-19 reportaron una asistencia total
de 56 millones de aficionados y en la de 1920-29 de 93
millones de asistentes a los parques de béisbol) que
aterrorizaron a los dueños de equipos y éstos se dispusieron a
hacer cambios y abordaron cualquier barco que los llevara a
puerto seguro sin importar en qué dirección.
Desde el punto de vista estructural y económico, el Juez
Landis fue el motor principal, Babe Ruth fue la embarcación.
Los aficionados fueron motivados por el fenómeno “Babe
Ruth” su explosión en la escena de Nueva York en 1920, fue
la más grande noticia que el béisbol jamás haya tenido.
Cuando el escándalo de los “Black Sox” a finales de la
temporada de 1919, los magnates de Ligas Mayores,
enfrentaban una repentina prosperidad en una mano y la ruina
y el desastre en la otra, esto motivó a que se experimentaran
cambios que el béisbol había estado esperando.
El número de home runs se incrementó considerablemente,
los porcentajes de bateo fueron de 20 a 50 puntos más altos
que en la década anterior, las bases robadas, el toque de
sacrificio y todas las estrategias consideradas tiránicas, fueron
desechadas y un “nuevo béisbol” emergió.
De alguna manera esto fue como regresar al béisbol de los
1870s, pero con excepción de los historiadores, nadie más lo
sabía, todo era nuevo para los aficionados actuales (que no lo
eran 50 años atrás) y éstos creían que estos cambios nacieron
en 1920 en que una “pelota viva” fue adoptada, la cual hizo
posible que Ruth conectara tantos como inimaginables 54
home runs en una temporada.
A principios de la temporada de 1921, el presidente de la Liga
Nacional, John Heydler, realizó una investigación para ver si
en la Liga se usaban algunas “rabbit balls”.
Se concluyó que las pelotas eran las mismas que siempre y
que los cambios fueron debido a la prohibición de la “bola
ensalivada” y otras artimañas, más el ejemplo de Babe Ruth,
quien había enseñado que era posible conectar cuadrangulares
con consistencia, Ruth bateó 29 cuadrangulares en 1919, pero
la Liga Americana había jugado un calendario de sólo 140
juegos, además Ruth había jugado en un parque difícil para
conectar home runs, 20 de sus 29 fueron en gira, además en
1919 Ruth pitcheó 133 innings.
En 1920, cambió al Polo Grounds, estadio amigable para los
batazos de cuatro esquinas, jugó calendario completo y no
lanzó, sus home runs en gira se incrementaron sólo de 20 a 25,
pero los de casa subieron de 9 a 29.
En el incremento de la ofensiva en general, el cambio más
importante fue la eliminación de la pelota ensalivada, el
argumento para tal prohibición fue su peligrosidad, desde
1909, la mayoría de los escritores de béisbol, mostraban la
desaprobación en el uso de ésta, precisamente por el peligro
que representaba para los bateadores.
La muerte de Ray Chapman por un lanzamiento
descontrolado de Carl Mays, conmocionó a la comunidad
beisbolera y aceleró los cambios en las formas de lanzar y el
uso de pelotas nuevas o sin desgaste en el transcurso de los
juegos, aun así muchos jugadores masticaban tabaco y lo
escupían en sus guantes para ayudar a oscurecer y desgastar
las pelotas y dificultar la tarea de los bateadores.
En esta década vinieron al mundo personajes que con los años
brillarían en el mundo del béisbol como: Stan Musial, Bob
Lemon, Early Wynn, Warren Spahn, Roy Campanella, Ralph
Kiner, Orestes Miñoso, Bobby Thomson, Larry Doby, Hoyt
Wilhelm, Yogi Berra, Don Newcombe, Duke Snider, Robin
Roberts, Nellie Fox, Billy Martin, Whitey Ford.
Se fueron físicamente: Ben Shibe, Cap Anson, Frank Chance,
Monte Ward, Christy Mathewson, Eddie Plank, Hughie
Jennings, entre otros.
Frank Gibson en 1924 bateo .359 cuando jugaba en alguna
posición del campo, 71 de 198, pero se fue 0 de 31 como
bateador emergente.
Las ciudades con equipo de Grandes Ligas en esta década
fueron, Boston, Brooklyn, Chicago, Cincinnati, Cleveland,
Detroit, New York, Philadelphia, Pittsburgh, San Luis y
Washington.
La asistencia a los estadios fue de casi 93 millones de
aficionados, el equipo más taquillero en una temporada fueron
los Cachorros de Chicago de 1929 con 1 485 166 espectadores
y en la década, los Yankees con 10 527 508 fanáticos, los más
pobres en asistencia fueron los Bravos de Boston.
Babe Ruth dominó en home runs, 60 en 1927 y 467 en estos
diez años, Yankees el equipo más ganador y Phillies el más
malo.
Dazzy Vance fue el pitcher más ponchador y Roger Hornsby
con los porcentajes de bateo más altos, .424 en 1924 y .382 en
estos diez años.
El título de mejor jugador se lo repartieron así, siete para Babe
Ruth y tres para Roger Hornsby, que por si Usted no lo sabía
“El Rajá”, jugó en Liga Mexicana de Verano con Azules de
Veracruz de Jorge Pasquel, bateando 1000 de porcentaje, de
1-1 como emergente.
El título de mejores pitcher se lo repartieron varios, pero en
1923 correspondió al conocido del béisbol mexicano, el
cubano Adolfo Luque quien jugó en Grandes Ligas por su
talento y porque era blanco.
El caballo de hierro fue Lou Gehrig, debido a su consistencia
en el juego. Después de llevar a los Cardenales de San Luis a
ganar la Serie Mundial en 1926, Roger Hornsby, rompió con
el dueño de ese equipo y lo acusó de que estaba más
enamorado del signo de dólares que de los jugadores y que
programaba muchos juegos de exhibición en días de descaso.
Hornsby fue cambiado a los Gigantes de Nueva York por
Frankie Frisch y un pitcher.
Los Gigantes de New York, quienes habían dado posada a los
Yankees de la misma ciudad en el “Polo Grounds”,
aparentemente celosos por el éxito de estos últimos, los
corrieron de su estadio en 1922.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.