Al Bat
Serie Mundial llena de historia
Por
Jesús Alberto Rubio.
Esta
vez en Chicago no hubo “Maldición de la Cabra”.
Bueno,
al menos en la serie por el campeonato de la Liga Nacional.
Pasaron
71 años para que finalizara ese “maldición, aunque… hay que esperar el clásico
otoñal.
Fue
en 1945 cuando un tabernero griego llamado Billy Sianis intentó ingresar al
Wrigley Field de Chicago con su cabra Murphy; sin embargo, le negaron el acceso
y lanzó una maldición para que el equipo no volviera a ganar una Serie Mundial.
Pero,
este año, ¡por fin!, todo indica, ahora ese “asunto” ya forma parte de la
historia.
Hoy
vimos a unos Cachorros que con todo ímpetu terminaron con Dodgers contando en
el sexto y definitivo partido con un Kyle Hendricks inspirado con su pitcheo
para instalarse de una vez por todas en
la Serie Mundial a partir del próximo martes en el Progressive Field de
Cleveland.
Y
mientras Hendricks (dos hits y seis ponches en 7 1/3) superaba en la loma con
la ayuda de Aroldis Chapman a un Clayton Kershaw “desmejorado”, Anthony Rizzo y
Willson Contreras apuntalaban la ofensiva con sendos jonrones para la gran
victoria de 5-0 que les dio su primer banderín en el viejo circuito desde 1945.
Cleveland
Definitivo:
los vaticinios previos a la temporada de este año no ubicaban a los Indios de
Cleveland para que conquistaran su sexto gallardete de la Liga Americana (por
17 de los Cubs).
Los
aborígenes arribaron a este nivel dirigidos por Terry Francona, el mismo que
con Boston en el 2004 echó por tierra la famosa “Maldición de Babe Ruth” (de 86
años) en la serie mundial donde “barrieron” a Cardenales de San Luis tras
ganarle los últimos cuatro juegos a los NYY en la serie por el campeonato del
nuevo circuito
Los
Indios han ganado dos Series Mundiales; 1920 y en 1948. Primero vencieron a los
Dodgers de Brooklyn en el máximo de siete juegos, y luego a los Bravos de
Boston, en seis.
La
última vez que arribaron a una Serie de Octubre ocurrió en 1997 en la que los
Marlins –aún de La Florida y no de Miami como ahora se denominan—los vencieron
en el séptimo juego 3-2 en la entrada trece con un hit de oro del
colombiano Édgar Rentería.
Esa
vez los Marlins se convirtieron en el primer equipo comodín en ganar la Serie
Mundial.
Dos
años antes, en 1995, Cleveland también perdió el clásico otoñal en seis
partidos ante los Bravos de Atlanta que conquistaron su tercer banderín en la
historia de la franquicia (junto con el de 1914 en Boston y el de 1957 en
Milwaukee), convirtiéndose ese año en la primera franquicia con tres
campeonatos en tres ciudades distintas.
También
en 1954 cayeron “barridos” en cuatro por los Gigantes de Nueva York a pesar de
haber sido marcados sólidos favoritos ya que habían establecido marca de
triunfos en el circuito con 111.
Beto
Ávila estaba con ellos como su segunda base campeón de bateo (.341), el primer
mexicano y latino en lograr esa hazaña en una campaña ligamayorista. También
conectó 15 cuadrangulares y empujó 112 carreras.
Los
especialistas les daban todo el crédito para ser los campeones otoñales, no en
balde contaban con el jarocho Ávila y Larry Doby campeón de jonrones (32) y de
impulsadas (126), así también con el cuarto bate y tercera base Al Rosen con
promedio de .300 y con 24 jonrones y 102 producidas.
En
el pitcheo, con los abridores Bob Lemon (23-7), Early Wynn (23-11), Mike García
(19-8), Bob Feller (13-3), Art Houtteman (15-7) e incluso con el ya gran
veterano Hal Newhouser (7-2).
Fue
aquella serie de la famosa atrapada sobre el fondo del jardín central de Willie
Mays, de los propios Gigantes, a batazo de Vic Wertz en la octava entrada del
primer juego. Mays había sido el champion bat de la temporada, con .345.
Su título en el 48
Cleveland
logró su último título mundial en 1948 bajo el mando de Lou Boudreau
(mánager-jugador/short, quien resultó ese año el JMV) al vencer a los Bravos
der Boston con una estela de notables del pasatiempo, en seis juego, como los
bats de Ken Keltner, y Larry Doby, así como el pitcheo de Gene Bearden
especialista en knuckleball y ganador de 20 juegos en la temporada con ERA de
2.43; Bob Lemon con récord de 20-14 y 2.82 y Bob Feller, 19-15 y 3.57.
Incluso,
contaron con el viejo Leroy “Satchel” Paige, quien había debutado con Cleveland
para convertirse ese año en el primer negro en lanzar en una Serie Mundial a
sus 42 años de edad…. “según su acta de nacimiento”.
El
famoso Bill Veeck era el propietario de la franquicia (desde dos años antes),
ya instituido como un gran innovador y quien cambió para siempre la visión del
béisbol, contribuyendo a que el mismo se convirtiera en un espectáculo para
todo tipo de público, incluyendo ya a las mujeres.
Serie Mundial llena de historia
Por
Jesús Alberto Rubio.
Esta
vez en Chicago no hubo “Maldición de la Cabra”.
Bueno,
al menos en la serie por el campeonato de la Liga Nacional.
Pasaron
71 años para que finalizara ese “maldición, aunque… hay que esperar el clásico
otoñal.
Fue
en 1945 cuando un tabernero griego llamado Billy Sianis intentó ingresar al
Wrigley Field de Chicago con su cabra Murphy; sin embargo, le negaron el acceso
y lanzó una maldición para que el equipo no volviera a ganar una Serie Mundial.
Pero,
este año, ¡por fin!, todo indica, ahora ese “asunto” ya forma parte de la
historia.
Hoy
vimos a unos Cachorros que con todo ímpetu terminaron con Dodgers contando en
el sexto y definitivo partido con un Kyle Hendricks inspirado con su pitcheo
para instalarse de una vez por todas en
la Serie Mundial a partir del próximo martes en el Progressive Field de
Cleveland.
Y
mientras Hendricks (dos hits y seis ponches en 7 1/3) superaba en la loma con
la ayuda de Aroldis Chapman a un Clayton Kershaw “desmejorado”, Anthony Rizzo y
Willson Contreras apuntalaban la ofensiva con sendos jonrones para la gran
victoria de 5-0 que les dio su primer banderín en el viejo circuito desde 1945.
Cleveland
Definitivo:
los vaticinios previos a la temporada de este año no ubicaban a los Indios de
Cleveland para que conquistaran su sexto gallardete de la Liga Americana (por
17 de los Cubs).
Los
aborígenes arribaron a este nivel dirigidos por Terry Francona, el mismo que
con Boston en el 2004 echó por tierra la famosa “Maldición de Babe Ruth” (de 86
años) en la serie mundial donde “barrieron” a Cardenales de San Luis tras
ganarle los últimos cuatro juegos a los NYY en la serie por el campeonato del
nuevo circuito
Los
Indios han ganado dos Series Mundiales; 1920 y en 1948. Primero vencieron a los
Dodgers de Brooklyn en el máximo de siete juegos, y luego a los Bravos de
Boston, en seis.
La
última vez que arribaron a una Serie de Octubre ocurrió en 1997 en la que los
Marlins –aún de La Florida y no de Miami como ahora se denominan—los vencieron
en el séptimo juego 3-2 en la entrada trece con un hit de oro del
colombiano Édgar Rentería.
Esa
vez los Marlins se convirtieron en el primer equipo comodín en ganar la Serie
Mundial.
Dos
años antes, en 1995, Cleveland también perdió el clásico otoñal en seis
partidos ante los Bravos de Atlanta que conquistaron su tercer banderín en la
historia de la franquicia (junto con el de 1914 en Boston y el de 1957 en
Milwaukee), convirtiéndose ese año en la primera franquicia con tres
campeonatos en tres ciudades distintas.
También
en 1954 cayeron “barridos” en cuatro por los Gigantes de Nueva York a pesar de
haber sido marcados sólidos favoritos ya que habían establecido marca de
triunfos en el circuito con 111.
Beto
Ávila estaba con ellos como su segunda base campeón de bateo (.341), el primer
mexicano y latino en lograr esa hazaña en una campaña ligamayorista. También
conectó 15 cuadrangulares y empujó 112 carreras.
Los
especialistas les daban todo el crédito para ser los campeones otoñales, no en
balde contaban con el jarocho Ávila y Larry Doby campeón de jonrones (32) y de
impulsadas (126), así también con el cuarto bate y tercera base Al Rosen con
promedio de .300 y con 24 jonrones y 102 producidas.
En
el pitcheo, con los abridores Bob Lemon (23-7), Early Wynn (23-11), Mike García
(19-8), Bob Feller (13-3), Art Houtteman (15-7) e incluso con el ya gran
veterano Hal Newhouser (7-2).
Fue
aquella serie de la famosa atrapada sobre el fondo del jardín central de Willie
Mays, de los propios Gigantes, a batazo de Vic Wertz en la octava entrada del
primer juego. Mays había sido el champion bat de la temporada, con .345.
Su título en el 48
Cleveland
logró su último título mundial en 1948 bajo el mando de Lou Boudreau
(mánager-jugador/short, quien resultó ese año el JMV) al vencer a los Bravos
der Boston con una estela de notables del pasatiempo, en seis juego, como los
bats de Ken Keltner, y Larry Doby, así como el pitcheo de Gene Bearden
especialista en knuckleball y ganador de 20 juegos en la temporada con ERA de
2.43; Bob Lemon con récord de 20-14 y 2.82 y Bob Feller, 19-15 y 3.57.
Incluso,
contaron con el viejo Leroy “Satchel” Paige, quien había debutado con Cleveland
para convertirse ese año en el primer negro en lanzar en una Serie Mundial a
sus 42 años de edad…. “según su acta de nacimiento”.
El
famoso Bill Veeck era el propietario de la franquicia (desde dos años antes),
ya instituido como un gran innovador y quien cambió para siempre la visión del
béisbol, contribuyendo a que el mismo se convirtiera en un espectáculo para
todo tipo de público, incluyendo ya a las mujeres.
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