25 feb 2018

EL NACIMIENTO DEL BEISBOL PROFESIONAL

EL NACIMIENTO DEL BÉISBOL PROFESIONAL
Por Héctor Barrios Fernández

Una consecuencia algo irónica acerca del meteórico crecimiento del béisbol en los 1860s fue el inevitable camino hacia algo de lo que los primeros partidarios de este deporte estaban en contra: pagar jugadores profesionales. Era un juego para caballeros, hombres quienes jugaban por el orgullo y buscaban los beneficios físicos de practicar un
deporte. Pero como el potencial de los ingresos por la venta de boletos llegó a ser evidente y como la democratización del juego entre las clases bajas y trabajadoras fue acelerada durante la guerra civil, el momentum hacia pagar jugadores por su trabajo fue virtualmente imparable. En 1869, los Red Stockings de Cincinnati se convirtieron en el primer equipo abiertamente profesional.


Cuando la Asociación Nacional de Jugadores de Béisbol fue formada en 1857, la constitución y reglas no incluyeron cláusulas para reservar la condición de aficionado de los miembros de los equipos, eso era simplemente sobre entendido. En 1859 la asociación agregó una explícita prohibición de profesionalismo en sus regulaciones.


A pesar de las restricciones, a finales de los 1860s la mayoría de los equipos estaban pagando por lo menos a algunos de sus jugadores. Como Henry Chadwick lo hizo notar en su “Game of Baseball”  en 1868, “Las reglas prohíben a los jugadores recibir compensación por sus servicios en un juego, rara vez un club infringe la regla”.


Durante la temporada de 1868, la NABBP adoptó una regla reconociendo dos clases de jugadores, profesionales y amateurs. A los clubes les fue permitido declararse ellos mismos profesionales. Harry Wright y sus Medias Rojas de Cincinnati, no desaprovecharon la oportunidad y se declararon profesionales.
El Club de Béisbol de Cincinnati fue establecido en 1866 y participó en la NABBP al siguiente año dominando la competencia.


Harry Wright comenzó a contratar jugadores para participar con los Red Stockings, tentándolos con jugosas compensaciones por debajo de la mesa. En 1868, cerca de la mitad de los jugadores de Cincinnati fueron reclutados de equipos del Este, incluido el tercera base Fred Waterman, traído de los Mutuals de New York, el cátcher Doug Allison, de Filadelfia y al lanzador Asa Brainard, quien perteneció a los Excelsiors de Brooklyn y a los famosos Nationals.


Cuando la NABBP abrió oficialmente las puertas al profesionalismo un año después, Wright construyó un equipo de diez jugadores, todos ellos profesionales.


Además de Allison, Brainard y Waterman, Cincinnati firmó a Cal McVey de Indianapolis, a Charlie Sweasy y Andy Leonard, ambos originales de New Jersey pero quienes se habían mudado a Cincinnati en 1868 para jugar con los rivales de los Red Stockings, el equipo Buckeye, con quienes también jugaba Dick Hurley y quien al final terminó pasándose a los Red Stockings, pero el jugador más notable en pasarse a los Red Stockings fue el hermano menor de Harry Wright, George Wright.

El más joven de los Wright, quien comenzó en el béisbol organizado en New York cuando apenas era un adolecente, se había establecido como uno de los mejores jugadores en el país.

Para completar la primera novena de Cincinnati tomaron al jugador local Charlie Gould, quien había estado con el equipo en 1867 y al mismo Harry Wright, quien había jugado para los Knickerbockers y el Gotham en New York antes de unirse a los Red Stockings en 1866 como lanzador. Él asumió el puesto de manager y también la gerencia del equipo.


El pago por temporada para los jugadores era desde los 600 dólares para el jugador sustituto Dick Hurley, hasta los 1400 del shortstop George Wright.
George desquitó su salario liderando al equipo en cada categoría de bateo en 1869, incluyendo .633 de porcentaje de bateo y 49 cuadrangulares en 57 juegos contra rivales de la asociación. El equipo ganó todos los 57 juegos, más 8 contra equipos que no pertenecían a la liga.


La impresionante carrera de Cincinnati siguió durante la siguiente temporada. El equipo se apuntó victorias en sus primeros 24 juegos en 1870. Así que contando los 8 juegos finales de 1868, los Red Stockings tenían un impresionante y sin precedente record de 89 victorias consecutivas, algunos cálculos se van aún más arriba si le suman las victorias conseguidas contra equipos de aficionados y equipos no pertenecientes a la liga.


En junio 14, de 1870, los Medias Rojas llegaron al Capitoline Grounds para jugar contra los Atlantics de Brooklyn, el equipo dominante de la década anterior y aún uno de los mejores. Se calcula que 15 000 aficionados asistieron ese día al parque.


Los Atlantics y los Red Stockings estaban empatados 5-5 después de nueve innings jugados. El equipo de Brooklyn estaba preparado para finalizar el juego en un empate, pero Wright insistió en seguir a extra inning para determinar un ganador, tal y como era su derecho según las reglas.


Cincinnati anotó dos carreras en la primera mitad del inning 11, pero Brooklyn hizo tres en su turno al bat en ese inning. Los Red Stockings fueron derrotados 8-7. La impactante victoria de los Atlantics fue lograda en virtud de que fueron los más hábiles y más valerosos, según lo reportó el “Brooklyn Daily Eagle” al siguiente día.


En un telegrama enviado a Cincinnati, el presidente de los Red Stockings escribió: “El juego más fino jamás jugado. Nuestros muchachos lo hicieron con nobleza, pero la fortuna estuvo contra nosotros. Once innings jugados. Aunque batidos, pero no caídos en desgracia”.



Los deshonrados aficionados de Cincinnati se recuperaron y no fueron batidos en sus siguientes 19 juegos, pero el entusiasmo fue menguando y la asistencia a los juegos decayó.


Los patrocinadores del equipo comenzaron a retirar su apoyo.


La siguiente temporada de 1870, el cuerpo administrativo del club de béisbol de Cincinnati determinó que continuar pagando a los jugadores no era financieramente conveniente. Los Red Stockings fueron disueltos después de dos temporadas como un equipo abiertamente profesional.

Aunque fue una corta carrera la de los Red Stockings, con el tremendo éxito que tuvieron en 1869, habían demostrado al mundo del béisbol que éste podía ser presentado con un roster de peloteros pagados.


El conflicto entre aquellos que querían mantener al béisbol como un deporte amateur y los que defendían la idea del profesionalismo, siguió su marcha hasta que la Asociación Nacional de Jugadores de Béisbol llegó a su fin para dar paso a la Asociación Nacional de Jugadores Profesionalesde Béisbol.


En una reunión de representantes de clubes, el 17 de marzo de 1871, en la ciudad de New York, la primera liga profesional de béisbol presentó a nueve equipos en su temporada de debut: Los Red Stockings de Boston, los Medias Blancas de Chicago, Forest City de Cleveland, Kekiongas de Fort Wayne, los Mutuals de New York, los Atléticos de Filadelfia, los Forest City de Rockford, Illinois, los Haymakers de Troy, N.Y., y los Olímpicos de Washington, D.C.


El club de Boston formado por Harry Wright, después del colapso de los Red Stockings de Cincinnati, éste se llevó a su hermano George y a otros dos ex Medias Rojas, Cal McVey y Charlie Gould.


Warren Goldstein escribió en “A Story of Early Baseball,” el juego fue “transformado de ser una autodisciplina, un arte fraternal a un trabajo de béisbol, una forma de trabajo organizado, dirigido y disciplinado por un gerente y todo un equipo administrativo”.


De cualquier manera no hubo mucha estabilidad en la Asociación Nacional. Los jugadores frecuentemente cambiaban de equipo buscando mejores pagas y las dificultades financieras dejaron a muchos equipos desprotegidos. Fort Wayne y Rockford no sobrevivieron a la primera temporada, Cleveland,


Troy y Washington renunciaron después de la temporada de 1872. Nuevos equipos fueron y vinieron. Solamente Boston, New York y Filadelfia permanecieron los cinco años de existencia de la National Association. Los Medias Blancas se tomaron un receso de dos temporadas después del gran incendio de Chicago en 1871.


Si los Red Stockings de Cincinnati fueron el primer club organizado bajo la premisa de emplear peloteros profesionales, ciertamente no fueron los primeros en ofrecer compensaciones a sus miembros, tal y como lo anotó Chadwick en 1868. Conforme más y más dinero estaba en juego, tanto por el precio de admisión y las apuestas, los clubes vieron los beneficios de contratar al mejor talento.


El orgullo, la reputación o la conveniencia debieron ser suficiente para atraer a algunos jugadores y decidirse por un nuevo equipo, pero la compensación monetaria fue mucho más poderoso incentivo. Los jugadores también vieron la oportunidad de ganarse la vida jugando el juego que ellos amaban.


Los equipos rutinariamente comenzaron a compensar a los jugadores por gastos en los juegos de gira y esa práctica rápidamente evolucionó en una forma de pago, en lugar de entregar dinero por debajo de la mesa. Los dueños vieron a los jugadores como empleados de una compañía para quienes otorgarían un salario. En otros tiempos los jugadores simplemente recibieron un sueldo de los equipos, el ejemplo más famoso fue el de Al Reach, quien era pagado por Filadelfia en 1865.


Uno de los primeros ejemplos de un famoso jugador que fue convencido de unirse a un club a cambio de un pago monetario, ocurrió cuando Jim Creighton se unió a los Excelsiors de Brooklyn en 1860.


Creighton se había establecido como una estrella al ser lanzador en el cricket cuando apenas era un jovencito antes de unirse al club de béisbol Niagaras de Brooklyn en 1859. Con los Niagaras, Creighton atrajo la atención por su efectividad y más por sus lanzamientos ilegales, violando las reglas de esos días al flexionar o dar un tirón a su muñeca mientras lanzaba la pelota al bateador.

Pronto estaba jugando con las Estrellas de Brooklyn, pero fue atraído por los Excelsiors.


Creighton dominaría la NABBP por las siguientes dos temporadas antes de que muriera de manera trágica a la edad de 21 años. Recordemos que él sufrió lesiones internas mientras le tiraba con un bat a la pelota conectando un cuadrangular durante un juego, muriendo cuatro días después. Creighton fue uno de los primeros héroes del béisbol, una de sus grandes estrellas y tal vez el primer gran nombre del béisbol profesional, aproximadamente una década antes de los Medias Rojas de Cincinnati.


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