27 may 2018

AL BAT POR: ALBERTO RUBIO

Alguna vez fueron “mojarras”

Por Jesús Alberto Rubio.

Aaron Judge ha revolucionado las prácticas de bateo en el Bronx.

¿Razón?: por el distintivo tronar de las bolas que el novato de los NYY deposita sobre el restaurante que se encuentra detrás del Parque de los Monumentos.

Ese artículo, como la lectura sobre el cuarto jonrón (4 en 5 partidos seguidos) de Gleyber Torres, además del tema Los mejores jugadores después de los 45 años de edad, los encuentra en vuestro @beisrubio.


En ese último caso, ya verá qué cosa con los venerables veteranos ligamayoristas, por no decirles “viejitos” y quienes alguna vez fueron “mojarras”.. “o mojarritas”.


Llega el pájaro y se va Torreyes

Siguiendo con la franquicia histórica de Nueva York: llegó de nuevo el primera base Greg Bird (de la lista de incapacitados) y Roland Torreyes – desafortunadamente--,  se fue a Triple-A Scranton/Wilkes-Barre.

Obviamente que no estoy de acuerdo, pero Boone es quien finalmente tiene la última palabra en el equipo. Y pues ni al caso hablarle.

Al irse, el venezolano Torreyes, en 22 juegos como intermedista, antesalista y campo corto,   bateaba un magnífico .339 con seis dobles y seis impulsadas.

Un pelotero clutch, sin duda.

Bird (25), recuerde que fue operado del tobillo derecho en marzo y retornó luego de jugar cuatro partidos  enr Triple-A, cinco por Doble-A Trenton y tres por Clase-A Avanzada Tampa como parte de su rehabilitación.

Tuvo un promedio colectivo de .205 con tres jonrones y ocho remolcadas entre los tres niveles.

Veremos si justifica, favorablemente, la decisión  en contra del buen Torreyes quien, en otro ¡fácil sería un gran titular!

Lo interesante es que a Bird le da por el buen batear y pegar jonrones, por lo que la expectativa ahí está en su gran potencial.

Y sí, esperemos vuele alto.

Mario Mendoza e Ignacio Arce

Magnífica la edición del programa de la Peña Beisbolera de Hermosillo que se transmite por Naranjeros Radio: esta vez tuvimos en enlaces telefónicos a Ignacio Arce Alvarado, coordinador general del Rincón Beisbolero de Santa Rosalía, BCS, así como a Mario Mendoza, “Manos de Seda”, quien radica en Navojoa.

Los pormenores, excelentes todos, ya sabe usted: en el Facebook Naranjeros Radio. No se los pierda.

Con Norberto Barraza

También, temprano, miembros de la Peña beisbolera y de la delegación local de la  Asocrodes hicimos acto de presencia a una  reunión-café con Norberto Barraza Almazán, ingeniero industrial egresado de la Unison y hoy candidato independiente a la alcaldía de Hermosillo, de quien escuchamos su plan de trabajo en general, y en particular sobre el área del deporte.

Muy interesante su proyecto de trabajo a partir del deporte, la recreación, el arte y la cultura  en las colonias de Hermosillo respaldado por promotores, padres de familia y el aprovechamiento de las unidades/parques e instalaciones existentes para tan importante área.

Procopio Herrera

Ya alguna vez, hace muchos años, tuve oportunidad de platicar con Norberto sobre su tío Procopio Herrera, quien tiene un sitio muy especial en la historia del béisbol: en 1951 pasó a ser el primer lanzador mexicano, procedente de nuestra pelota nacional, en llegar al béisbol de Ligas Mayores.

Además, al debutar con los Cafés de San Luis de la Liga Americana, se convirtió en quinto pelotero azteca en instalarse en la Gran Carpa.

De este grupo, exactamente, Beto Ávila y Procopio Herrera tienen el gran mérito de haber llegado al mejor béisbol del mundo, procedentes de la pelota mexicana ya que sus antecesores se educaron e hicieron carrera en el béisbol desde niños-adolescentes en el vecino país.

En Mazatlán, también se ganó a pulso un gran reconocimiento: Su No. 4 fue retirado como perene homenaje por su notable contribución con el equipo en la desaparecida Liga de la Costa del Pacífico.

Su sueño de llegar a la Gran Carpa se hizo realidad en 1951 después de ganar que un año antes con San Antonio terminó con 14-7.

Sin embargo, por una lesión en su hombro derecho, no pudo demostrar con los Cafés de San Luis su gran talento y capacidad que le caracterizaba. Sólo lanzó en tres partidos, sin ganado ni perdido.

Por ello, a Procopio, a quien en Estados Unidos le llamaron Bobby, lo enviaron de nuevo a San Antonio y luego en la primavera del 52, al estar ya recuperado, lo volvieron a llamar.

El rico historial de Procopio, en la pelota mexicana como en Ligas Menores y su corta estancia en la Gran Carpa, mis respetos.

Pásela bien.

PD: ayer, sin darme cuenta, escribí que Albert Pujols arribó a MLB en 1981… obviamente, un error. Más bien su debut con los cardenales de San Luis ocurrió en el 2001. Ok.

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