El futbolista de ascendencia puertorriqueña convicto por asesinato, Aaron Hernández -quien se suicidó ayer en prisión- tenía escrito: Juan 3:16 en su frente, informó un oficial al Boston Globe.
El versículo, pintado en rojo, al que se refiere destaca el mensaje cristiano de que Jesús
murió en la cruz para salvar a la humanidad de sus pecados. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”, lee el pasaje bíblico.
El otrora ‘tight end’ de los Patriots de Nueva Inglaterra fue encontrado ahorcado en su celda, con una sábana amarrada desde su ventana después de las 3:05 de la madrugada.
Las autoridades intentaron sin éxito reanimar al futbolista de 27 años. El exjugador de la NFL intentó bloquear la puerta de la celda desde adentro, atascándola con varios objetos.
Hernández, que cumplía con cadena perpetua por un asesinato en 2013, fue absuelto el viernes por otros dos homicidios en 2012, que según la fiscalía, cometió tras enojarse porque le derramaron un trago.
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