CARDIFF, Gales.- No es un tema al que haya que darle muchas vueltas. El Real Madrid parece haber nacido para no perder finales de la Liga de Campeones; la Juventus simplemente luce incapaz de ganarlas.
Liderados por dos goles del portugués Cristiano Ronaldo y en una demostración colectiva en el segundo tiempo que solo puede ser calificada de memorable, el Real Madrid revalidó el sábado como campeón de Europa tras arrollar al equipo turinés, 4-1, para sumar su duodécimo trofeo en esta competición en la final disputada en el estadio Millennium de Cardiff.
Cuando se trata del principal torneo de clubes del mundo, el equipo español y el italiano viven en las antípodas. Los blancos no hacen más que implantar récord tras récord en los partidos por el campeonato -como ocurrió el sábado-, colocando el listón cada vez más alto para el resto de los clubes de Europa que aspiran a alcanzarles. El equipo de Turín, en cambio, es un gran coleccionista de fracasos; ha jugado nueve finales de la Liga de Campeones y ha perdido siete, incluidas sus últimas cinco apariciones.
PUBLICIDAD
Para el Real Madrid, la duodécima “orejona” -como se conoce al trofeo de la Champions- tiene importantes referentes históricos no solo porque les aleja de sus más cercanos perseguidores en la lista de equipos más ganadores (el AC Milán de Italia es segundo con siete), sino también porque es su tercera Liga de Campeones en los últimos cuatro años. Además, es la primera vez desde que el torneo cambió su nombre y formato de la Copa de Europa a la Liga de Campeones en 1992, que un equipo repite como monarca. El Real Madrid ganó la final del año pasado ante el Atlético de Madrid, al que también venció en la de 2014.
Para sumar más mérito a su nuevo campeonato, lo consiguió ante un rival que solo había permitido tres goles en toda la temporada 2016-2017 de la Liga de Campeones. Ayer el Madrid superó esa cantidad en un solo partido, al marcar cuatro goles en la portería de Gianluigi Buffon, a quien se le sigue resistiendo el campeonato de clubes de Europa.
Cristiano fue el MVP
Con sus dos goles ayer (minuto 20 y 64), Cristiano Ronaldo se convirtió en el primer jugador que marca en tres finales del evento. Además, fue elegido Mejor Jugador de la Final y quedó como líder en la tabla de goleadores de la Champions con 12 dianas, una por encima de Lionel Messi, del Barcelona.
Aparte de Cristiano, marcaron por el Madrid Casemiro (m.61) y el joven Marco Asensio (m.90).
La única anotación de los blanquinegros, en tanto, llegó con un hermoso gol de chilena del jugador croata Mario Mandzukic (m.27), que sirvió para igualar el marcador 1-1. Hasta ese momento, el partido se desarrollaba reñido y sin claras muestras de superioridad de parte de ninguno de los equipos, aunque la Juve inició más animada en los primeros 10 minutos con buenos disparos a puerta de los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala, que inquietaban al arquero tico Keylor Navas.
Segundo tiempo magistral
Tras los conjuntos marcharse a los vestuarios al consumirse los primeros 45 minutos con el marcador 1-1, cuando se reanudó la acción parecería que solo los merengues habían regresado al césped.
Inspirados por el juego de Isco -quien comenzó de titular por encima de Garreth Bale- y Luka Modric, el Madrid ofreció una exhibición de precisión y control del medio campo en el segundo tiempo, que frustró al equipo italiano, incapaz siquiera de producir un disparo en puerta contraria.
PUBLICIDAD
Con Isco suelto por la banda izquierda regateando a media Juve, Modric daba orden a los bicampeones, recuperaba balones y se inventaba jugadas como la del tercer gol del Madrid cuando transitando por la banda derecha, recibió un pase a lo profundo de Dani Carvajal y justo cuando se le acababa el terreno de juego, tiró un centro que Cristiano empujó entre las redes. Todo un detalle.
Para cuando cayó este gol del Real Madrid y la pizarra se puso 3-1, la Juventus de pronto parecía una colección de zombies que divagaba por el campo sin propósito. Nunca mostraron capacidad de reacción, por el contrario, cada vez se fueron achicando más como resignados a cumplir su destino de víctimas.
El Madrid, en cambio, nunca sacó el pie del acelerador y fue por más. Su ambición tuvo premio con un gol de Marco Asensio (que reemplazó a Isco en el minuto 82) en las postrimerías del partido tras centro de Marcelo para hacer oficial el inicio de la fiesta blanca en Cardiff y dejar la pizarra 4-1.
Pero hubo un responsable de este nuevo éxito madridista del que apenas se ha hablado y es el técnico francés, Zinedine Zidane. Cuestionado gran parte de la campaña, Zizou no hizo más que entregarle a la afición el campeonato de la Liga de España y ayer el trofeo número 12 de la Liga de Campeones, su segundo como técnico del Madrid. Nada mal para un hombre que nunca busca ser foco de atención, pero que hizo todas las movidas correctas para colocar al Real Madrid en una posición de éxito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.