MARTE A SEGUIR AFIANZÁNDOSE EN DBACKS
SCOTTSDALE, Arizona – Durante la mayor parte del invierno 2017-18, hubo rumores de que el único infielder “intocable” en las negociaciones de cambio con los Diamondbacks de Arizona era el dominicano Ketel Marte, quien puede fungir tanto como torpedero como segunda base.
Con el canje de Brandon Drury a los Yankees, como parte de un triple-cambio que trajo al desierto desde Tampa Bay al jardinero Steven Souza Jr., se espera que Marte juegue bastante tanto como torpedero como intermedista de Arizona en el 2018.
Y a largo plazo, Marte se puede proyectar como el campocorto del futuro en los Diamondbacks.
“Bastante contento, gracias a Dios, de pertenecer a la organización de Arizona, ya que me han dado la oportunidad”, dijo Marte, de 24 años de edad. “Y gracias a Dios me he podido mantener en salud, que es lo que necesito. Me siento bastante orgulloso de pertenecer a este equipo”.
Todo se vio más despejado cuando Drury, un utility de mucho valor para Arizona en los últimos tiempos, fue enviado al equipo del Bronx.
“Es lo que veo”, dijo Marte acerca de su posición afianzada ante la partida de Drury, con Owings y Descalso como jugadores utility capaces de jugar también en los jardines. “Hay cosas que pasan en la vida que a uno le convienen. Creo que eso a mí me va a convenir.
“Por un lado, (Drury) es mi hermano”, continuó Marte, quien batea de 8-3 (.375) en lo que va de la pretemporada, con un triple, una anotada y una empujada. “Nunca pensé que me lo cambiaran así tan rápido, pero ésa es la pelota”.
Se espera que Owings y Descanso tengan también su cuota de tiempo en el cuadro interior, sea en la tercera, el shortstop o la segunda. El manager de los Diamondbacks, Torey Lovullo, todavía no ha definido por completo cómo va a mover las piezas cuando empiece la campaña regular, pero sí se espera que Marte esté en la alineación titular con bastante frecuencia.
“Probablemente sea temprano para poder decir qué pasará (al inicio de la temporada)”, dijo Lovullo. “Sería injusto para estos muchachos. Van a competir. Van a ganarse sus innings y su tiempo de juego.
“Sabiendo eso, me ha encantado todo lo que he visto de todos ellos hasta ahora”.
A tan corta edad, Marte ya ha tenido varios altibajos en su carrera. Tras un 2015 en el que se hizo sentir como novato con los Marineros, el oriundo de Nizao sufrió un bajón en su producción con el madero al año siguiente. En el invierno del 2016-17, fue enviado a los Diamondbacks junto al derecho Tajuan Walker por su compatriota Jean Segura, Mitch Haniger y Zac Curtis.
Con tantos infielders en la primavera del 2017, Marte empezó la campaña pasada en Triple-A Reno, pero allí sí bateó y cuando las lesiones azotaron a un equipo de Arizona en plena pelea por la postemporada, el dominicano fue subido y se convirtió en una pieza clave de los desérticos.
“Salió a hacer su trabajo y fue muy, muy productivo”, dijo al respecto Luvollo durante las Reuniones Invernales en diciembre. “Sin Ketel, no hubiéramos estado en la posición en la que nos encontramos al final del año”.
Efectivamente, jugando tanto en el short como la segunda almohadilla, Marte bateó un oportuno .260/.345./.395 con 11 dobles, cinco jonrones, 30 anotadas y 18 empujadas en 255 visitas al plato. En la victoria de los Diamondbacks sobre los Rockies en el Juego del Comodín, conectó dos triples-uno desde cada lado del plato.
Fue un final de año mucho mejor para Marte, quien durante la temporada inclusive sufrió una tragedia familiar cuando su madre falleció en un accidente de tránsito en la República Dominicana.
“No paré. Siempre pienso en mi familia”, dijo Marte acerca de su determinación. “Me sentí bastante bien. La organización me mandó a Triple-A, pero siempre se mantenían enfocados conmigo y siempre se mantenían en conversaciones.
“Nunca bajé la cabeza y gracias a Dios, cuando recibí la llamada, me dieron el chance y lo pude aprovechar”.
Ahora a Marte le toca seguir aprovechando y mejorando.
“Dar lo mejor de mí, tener una buena temporada y ayudar al equipo a ganar el campeonato”, dijo Marte acerca de sus objetivos para el 2018. “La organización se lo merece”.
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