Pero mientras los Filis se quedaron fuera temprano, a pesar de su inversión de más de US$330 millones, los Nacionales contaron con un aporte ofensivo decisivo de un jugador de salario mínimo.
Y se trata del dominicano Juan Soto, el jardinero que solo ha estado detrás de Anthony Rendón en la organización de la capital de Estados Unidos.
En apenas su segunda temporada en Grandes Ligas, Soto comparte el liderato de vuelacercas del conjunto con Rendón, con 34.
Pero el impresionante jugador de 20 años de edad también ha acumulado 109 remolcadas y 107 anotadas en una campaña en la que batea para .283.
Si hay algo verdaderamente sorprendente para Soto es su capacidad de embasarse.
Además de conectar 151 indiscutibles hasta la jornada de ayer, también ha recibido 106 boletos para un porcentaje de embasarse de .401.
En sus primeras dos campañas en las mayores ha pasado de la marca de .400 en porcentaje de embasarse.
Soto tiene 30 dobles y cinco triples en su haber, y ha demostrado que cuando está en el plato no hay nada que no pueda hacer.
Por eso, al llegar a la postemporada, que inicia la próxima semana, se espera que su presencia sea determinante en el resultado que puedan conseguir los Nacionales.
Ya lo fue durante la temporada regular, y en su primera experiencia en playoffs, se espera que continúe siéndolo.
Soto ha llegado para quedarse, y lo ha hecho con una solidez que pocas veces se ha visto en las mayores. Ahora queda ver cómo le va en octubre, donde los niños se separan de los hombres.
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