El valor del juego
Por Héctor Barrios Fernández.
CARÁCTER:
A lo largo de la historia del juego, algunos jugadores, únicos
en su espíritu, han impactado el juego con sus habilidades y
estrategias para desarrollarse dentro del mismo, pero también
han pasado a la historia por su vocabulario y por su
valoración del buen espectáculo.
DIZZY DEAN.
Este as del pitcheo,
fue un miembro del dominante y
colorido equipo de los Cardenales de San Luis, conocidos
como los “Gashouse Gangs.”
Ganaron la Serie Mundial de 1934.
Dizzy jugó con
gran entusiasmo, fue un gran bromista y
también llegó a ser un popular cronista radiofónico después
de su retiro como jugador. Aunque frecuentemente mal
pronunciaba los nombres de los jugadores.
Su frase famosa fue: “No son fanfarronadas, si lo puedes
respaldar.”
SATCHEL PAIGE:
Una estrella del pitcheo fue Satchel Paige, lanzador derecho
al que muchos consideran el mejor que ha existido.
Mayormente desarrolló su carrera en las Ligas Negras, entre
otros equipos jugó para los famosos Monarcas de Kansas
City. Satchel trajo su entusiasmo y su inolvidable actitud a
las Ligas Mayores en 1948, cuando contaba con 42 años de
edad, ayudando a los Indios de Cleveland a ganar el
campeonato.
Satchel Paige tenía muchas fechas de nacimiento, una de
ellas, que fue en el año de 1906, en Mobile, Alabama. Lanzó
de manera regular en las Mayores durante cinco años hasta
1953, pero volvió en 1965 con los Atléticos de Kansas City,
abrió un juego, lanzó por espacio de tres innings y aceptó un
hit. En 1968 fue coach de lanzadores de los Bravos de
Atlanta. Fue seleccionado por la Liga Americana para
participar en los juegos de estrellas en 1952 y 1953.
Solamente en ’53 vio acción, lanzando una entrada, le
conectaron 3 hits y le anotaron dos carreras limpias. Sin
embargo el lanzador perdedor por su equipo fue Allie
Reynolds.
Entre muchas cosas, Paige dijo: “No mires hacia atrás,
porque algo podría ganarte.”
En otra ocasión dijo que Cool “Papa” Bell era el jugador más
veloz en el béisbol y que: “Una vez que le lancé me conectó
una dura línea que me pasó zumbando una oreja, pero el
mismo Bell se hizo out cuando la pelota le golpeó en una
pierna al barrerse en segunda base.”
YOGI BERRA:
Viendo en retrospectiva, pareciera que Yogi Berra abriera su
boca para decir algo memorable. Tendría sentido o no, pero
ahora, quien fuera un receptor que fue nombrado tres veces
como el jugador más valiosos de la Liga Americana y
participó en 15 juegos de estrellas con los Yankees de New
York en las décadas de los 1940s, 1950s y 1960s, es el más
citado jugador en el béisbol en cuanto a sus frases como:
“Ya nadie va a ese lugar porque siempre está lleno,” pero la
frase estrella fue: “Esto no se acaba, hasta que se acaba.”
Algunos autores han hecho libros con las frases de Yogi
Berra y no han alcanzado a citarlas todas.
MOE DRABOWSKY:
Se necesita ser muy suspicaz para entender por qué hay
lumbre en un zapato, pero este mañoso, vago, pícaro y
furtivo lanzador de relevo se la hizo una vez al propio
Comisionado del Béisbol.
Moe también en una ocasión se deslizó para colocar polvo
para estornudar en el sistema de aire acondicionado del
vestidor del equipo contrario. Escondió boas en armarios y
en los zapatos de sus compañeros, hacía llamadas desde el
bullpen y colocaba fuegos artificiales en los sanitarios del
vestidor. Dios nos libre de encontrarnos con una persona así.
JAY JOHNSTONE.
Johnstone una vez puso un pan mojado en el guante de un
compañero, después embarró de dulce de caramelo el
uniforme de otro jugador. Le hacía hoyos a la ropa interior
de los jugadores, clavaba listones en el piso, colocaba crema
de pino en los zapatos y una vez encerró al manager Tommy
Lasorda en su oficina durante el entrenamiento de primavera
y desconectó el teléfono para que Lasorda no pudiera pedir
ayuda. Bromista el hombre.
ROGER McDOWELL.
En una ocasión, Roger estaba muy aburrido durante un
juego, cuando de repente se quitó su uniforme y se lo volvió
a poner, pero su pantalón lo usó como camisa y la camisa se
la puso como pantalón.
Roger McDowell se hizo pasar por el Primer Ministro de
Canadá y le llamó por teléfono a Tommy Green, después de
que éste les había lanzado un juego sin hit ni carrera a los
Expos de Montreal.
MANNY RAMÍREZ.
Manny es Manny. Así se explicaban muchos la conducta de
Manny Ramírez.
Cuando jugaba para los Medias Rojas de Boston, Manny se
escapó por detrás del famoso Monstro Verde en Fenway
Park, se fue al sanitario mientras se hacía un cambio de
lanzador, Ramírez regresó al campo justo en el momento en
que el nuevo pitcher hacia su primer lanzamiento.
En otra ocasión Manny saludó a un aficionado cuando tuvo
que trepar la barda para hacer una grandiosa atrapada,
enseguida y sin perder más tiempo, hizo la doblada al
cuadro.
MIKE SCIOSCIA.
Mike había sido el cátcher estrella de los Dodgers de Los
Angeles, Scioscia fue más creativo cuando se convirtió en
manager de los Angelinos de Anaheim. Durante un
entrenamiento de primavera, hizo que el lanzador John
Lackey tomara un curso de álgebra, cuando se enteró de que
Lackey había reprobado el curso durante su época de
estudiante, hizo también que los lanzadores construyeran un
guante para fildear y arreglaran los guantes de los receptores,
también a los jugadores novatos y tímidos, los mandó a que
entrevistaran a las porristas de los Soles de Phoenix, equipo
profesional de básquetbol.
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