SERIES MUNDIALES DE LOS 1970s
Por Héctor Barrios Fernández.
Los
Atléticos de Oakland, los Rojos de Cincinnati y por supuesto los Yankees,
dominaron los setentas. Precisamente a mediados de esta década hubo una Serie
tan destacada que aún vive en el recuerdo de muchas personas, aficionados y no
aficionados al béisbol.
En
1975, los campeones de la Liga Nacional, fueron liderados por Pete Rose, Ken
Griffey Sr. y Johnny Bench.
Por
su parte los campeones de la Liga Americana de ese mismo año, sus líderes eran
los veteranos Carl Yaztrzemski y Luis Tiant.
Los
Rojos, conocidos como la “Gran Máquina Roja,” eran los favoritos para ganar la
Serie. Ellos eran tipos bien rasurados, limpios en su arreglo personal. En
cambio los Medias Rojas eran deshilachados, remendados, desaliñados y no eran
precisamente los favoritos de las mayorías. (Aunque le fui a los Medias Rojas
ese año.)
Los
equipos intercambiaron victorias en los primeros juegos. Para el juego seis la
Serie estaba 3-2 a favor de Cincinnati, ese juego fue uno de los más excitantes
en la historia de las Series Mundiales.
Fue
un juego nocturno (tiempo del este de los Estados Unidos). Boston como equipo
de casa.
Los
Medias Rojas necesitaban ganar para seguir con vida. En el octavo inning, los
Rojos estaban arriba en el marcador por 6 a 3. Boston en su turno al bat, ya
tenían dos outs. El bateador emergente Bernie Carbo se paró en la caja de
bateo. Él siempre había luchado por estar en la alineación. Aún con la presión
encima, Bernie conectó un cuadrangular de tres carreras.
Al
final del inning, el score estaba empatado a seis carreras.
En
1970, Bernie Carbo jugaba para los Rojos de Cincinnati y en la Serie Mundial de
ese año fue partícipe de una jugada en home junto con el cátcher de los Orioles
Elrod Hendricks, la cual es una de mis favoritas. Hendricks recibe el tiro y
Carbo se barre. Ni Elrod toca a Bernie con la pelota, ni Carbo toca el home
plate. El umpire marca out.
Pues
bien, pasaba la media noche en Boston cuando el doceavo inning comenzó.
En
eso la señal del audio e imagen del televisor en casa de nuestro amigo Robertón
se perdió. Rápidamente alguien se subió al techo para moverle a la antena y
restablecer la señal. En ese tiempo no había sistema de cable, menos satelital
y la señal se tomaba directamente desde San Diego, Ca., algo así como a 150
Km., de Ensenada, B. C., en ese tipo de antenas gigantes y nuestro amigo era el
único que contaba con ella en muchos kilómetros a la redonda.
Pues
bien después de unos momentos de desesperación e impaciencia, la señal volvió y
apareció Carlton Fisk esperando en la caja de bateo. A decir de los enterados,
fue un sinker bajito. Fisk le tiró.
La
pelota voló profundo. Flotaba a lo largo de la línea del jardín izquierdo.
¿Estaba en territorio de foul o era buena? Fisk no estaba seguro y nosotros
menos. Carlton bailoteó por algunos pasos hacia primera. Ondeaba sus brazos,
como si quisiera empujar la pelota a terreno bueno. Todos contuvimos la
respiración. Finalmente la pelota golpeó en lo alto de la red del poste de
foul. ¡Fue home run! ¡Ganador del juego! Boston celebró el momento.
Desafortunadamente para los de Boston, “la maldición del Bambino” continuó,
perdieron el séptimo juego y la Serie también.
Los
Rojos de 1976, con sus “8 grandes” comenzando la alineación, batieron a los
Yankees. Pero al siguiente año, (1977) los Yankees estuvieron en la Serie de
nuevo, esta vez contra los Dodgers de Los Angeles.
Reggie
Jackson estaba ya con los Yankees esa temporada. Algunos compañeros de equipo
pensaban que Jackson se la pasaba en puro hablar. Que no trabajaba lo
suficientemente fuerte en el campo.
Pero
en la Serie de ese año, Reggie tuvo un gran desempeño en los primeros cinco
juegos. Los Yankees estaban arriba tres juegos a dos.
Durante
la práctica de bateo, antes del juego seis, Jackson venció la barda del estadio
de los Yankees, casi a cada lanzamiento que le hacían.
En
la parte baja del cuarto, Jackson le tiró al primer lanzamiento. Mandó la
pelota a las gradas del jardín derecho para un cuadrangular de dos carreras. En
su siguiente turno, en la segunda parte del inning cinco, de nuevo al primer
lanzamiento, otro home run de dos carreras. En su turno del octavo, una vez más
a la primer pitcheada, envió la pelota a las graderías del jardín central. Tres
veces en fila, Reggie Jackson mandó el primer lanzamiento sobre la barda.
Jackson
empató el record de Babe Ruth de más home runs en un juego de Serie Mundial e
impuso uno nuevo: cinco home runs en una Serie. No por nada fue llamado Señor
octubre.
EQUIPOS
GANADORES DE LA SERIE MUNDIAL EN LOS 1970s.
1970.
Orioles sobre Rojos.
1971.
Piratas sobre Orioles. (el juego cuatro de la Serie fue el primero de Serie
Mundial jugado de noche).
1972.
Atléticos sobre Rojos.
1973.
Atléticos sobre Mets.
1974.
Atléticos sobre Dodgers. (tercer título en forma consecutiva para Oakland)
1975.
Rojos sobre Medias Rojas.
1976.
Rojos sobre Yankees. (primera Serie con bateador designado)
1977.
Yankees sobre Dodgers.
1978.
Yankees sobre Dodgers. (tercera Serie Mundial para los Dodgers en esta década,
las tres las perdieron).
1979.
Piratas sobre Orioles. Willie Stargell repartió estrellitas a sus compañeros
Piratas que destacaban en su trabajo, los condujo a ganar la Serie con su
bateo)
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