ESTRELLAS DEL BEISBOL
Vicente Romo ganó ¡más de 400 juegos!
Por Profr. Héctor Barrios Fernández.
Jesús: no pude encontrar el correo, pero hace tiempo nos
compartiste un trabajo escrito en inglés por RORY
COSTELLO sobre Vicente Romo. Desconozco si existe
traducción del mismo, pero te envío una parte de él.
Espero no incurrir en alguna falta en cuanto a derecho de
autor; si así fuera, por favor házmelo saber. Intenté hacer una
traducción empleando mi rudimentario inglés que recuerdo
de mis
años en secundaria cuando el verbo TO BE me traía
más loco. Lo pongo a tu consideración. Saludos y un abrazo.
¡Adelante, maestro, y, claro, ¡en honor/reconocimiento a
Rory y Vicente Romo!
Y qué mejor fecha.
Rory Costello:
El lanzador Vicente Romo ganó más de 400 juegos como
jugador profesional, de 1961 a 1986. Contabilizando su
record en Ligas Mayores, Liga Mexicana de Verano y Liga
Mexicana del Pacífico. Aparte de su record en Series del
Caribe y juegos de post-temporada.
Sólo 32 de esas victorias pertenecen a las mayores, donde
jugó durante ocho temporadas (1968-1974; 1982) para cinco
equipos. Aún muchos expertos en su país consideran a este
hombre como el mejor lanzador derecho que México ha
producido, este estatus viene de su record en su país.
Con 16 años en la Liga de Verano en México, el “Huevo”
tuvo 182-106 con 2.49 de PCL. También jugó 24
temporadas en la Liga de Invierno. En la historia de esta liga,
nadie ha ganado más juegos (182, contra 143 perdidos),
imponiendo el mejor PCL (2.38), ponchando a más
bateadores (2 038). Completó la notable cantidad de 178
juegos de sus 364 iniciados. La Liga Mexicana del Pacífico
(LMP) otorga el trofeo Vicente Romo cada año a su mejor
lanzador, prueba adicional de que es visto como el Cy
Young de su país.
Romo fue nombrado miembro del Salón de la Fama del
Béisbol Mexicano en 1992. Su hermano menor Enrique
Romo, también lanzador, se le unió en el 2003. Ellos fueron
los primeros de sólo dos pares de hermanos en ser
entronizados. También ha habido dos pares de mexicanos en
las mayores.
“El otro par de hermanos en el Salón de la Fama del Béisbol
Mexicano, hasta el 2017 son Aurelio Rodríguez y su
hermano mayor Francisco Rodríguez que nunca jugó en las
Ligas Mayores.
No hubo otros hermanos ligamayoristas mexicanos que
tuvieran carreras dignas en el profesionalismo.
Un ejemplo es Mel Almada, cuyo hermano Lou debió haber
sido el primer mexicano que jugara en las mayores, pero Lou
se lastimó cuando ya había hecho el equipo para iniciar la
temporada con los Gigantes de New York en 1927. Lou
nació en El Fuerte, Sinaloa.
Otro es Andrés Mora, su hermano jugó en la Liga Mexicana
de 1968 a 1969.
El único otro par de hermanos mexicanos ligamayoristas
(nacidos en México) han sido Carlos “Bobby” Treviño y
Alex Treviño.”
Vicente Romo Navarro nació el 12 de abril de 1943, en
Santa Rosalía, un pueblo portuario en Baja California Sur.
Sus padres fueron Santos “Santurria” Romo Urías, con
empleo de policía, y Rosario Navarro. Vicente fue uno de
nueve hijos en la familia. Tuvo cuatro hermanos (Eusebio,
José María, Ramón y Enrique) y cuatro hermanas (María
Guadalupe, Lidia, Mirsa y Olga). José María un outfielder,
fue lo suficientemente bueno para jugar seis temporadas en
la Liga Mexicana de Verano (1979-1984).
En 1952 cuando Vicente tenía nueve años de edad, su
familia se cambió a la ciudad de Guaymas, un corto viaje en
bote por el Mar de Cortez. Su amor por el béisbol comenzó
cuando vio el estadio Abelardo L. Rodríguez, casa del
equipo local, los Ostioneros de Guaymas. “Fui apapachado
por el béisbol y desde entonces tengo esa roncha. Me dije a
mí mismo que algún día iba a ser un beisbolista.”
Romo tiene su apodo “Huevo” desde su juventud y viene por
su cara afilada, la cual en esos días era parte de un flacucho
cuerpo. Su posición original era la tercera base, pero un día
mientras estaba jugando en la Liga Municipal, uno de los
lanzadores de su equipo estaba ausente. Romo trepó al
montículo y descubrió su verdadero llamado.
Romo de 17 años de edad comenzó su carrera profesional
con los Ostioneros en el invierno de 1961-62. En ese tiempo
el circuito invernal era conocido como la Liga Invernal de
Sonora. Llegó a ser conocida como Liga Sonora-Sinaloa de
la temporada 1965-66 en adelante y adoptó su actual
nombre, Liga Mexicana del Pacífico, a partir de la
temporada 1970-71.
La más notable actuación de Romo como novato, vino el 19
de noviembre de 1961, cuando se combinó con Emilio Ferrer
para lanzar un juego sin hit ni carrera. Ferrer tuvo que dejar
el juego al ser golpeado por una línea (uno podría inferir que
fue cargado un error en esa jugada), Romo lanzó los últimos
6 2/3 innings, otorgando una base por bolas. Fue su primera
victoria como profesional. El joven Romo fue declarado
Novato del Año.
Romo fue descubierto por el busca talentos cubano Corito
Varona, quien más tarde firmo a Fernando Valenzuela (entre
muchos otros jugadores). “A él le gustó mi estilo,” dijo
Romo. “Él me firmó de los Tigres de la Ciudad de México y
en contraste a los contratos de millones de dólares de hoy, él
me consiguió por una orden de camarones empanizados.
Todo lo que yo quería era jugar.”
En el verano de 1962 Romo lanzó para Aguascalientes en la
Liga Central de México, tuvo 8-9 con 4.47 en PCL. Después
de un invierno más en Guaymas, él estaba listo para el
máximo circuito de verano en México. Participó con los
Tigres de la ciudad de México en 1963 y pronto comenzó a
llamar la atención de los busca talentos de los Estados
Unidos. Dave García entonces en la organización de los
Gigantes de San Francisco, alabó al lanzador después de
lanzar una blaqueada contra Puebla que estaba en primer
lugar el 5 de julio. Romo fue también declarado el Novato
del Año.
La organización de los Indios de Cleveland compró el
contrato de Romo en 1964. Fue asignado a Portland en la
Liga de la Costa del Pacífico en 1965, pero él no lanzó de
manera impresionante (2-5 en 28 juegos, la mayoría en
relevo).
Para empeorar las cosas, estuvo en la lista de lesionados
buena parte de la temporada. De acuerdo con una historia de
1968, dificultades con el idioma –Romo no hablaba inglés
entonces- fue otro factor.
Cleveland hizo los arreglos para que Romo pasara el verano
de 1966 en la ciudad de México, él ganó 17 juegos, su
número más alto en esa liga. Regresó a los Estados Unidos
para el entrenamiento de primavera de 1967 con la escolta
personal de John Lipon, quien lo había manejado en Portland
en 1965. Romo impresionó en su primer trabajo al
manejador de los Indios Joe Adcock e hizo el equipo grande
para comenzar la temporada.
Antes de que participara en un juego de Grandes Ligas, fue
enviado a Portland una vez más. Romo declaró después,
“estaba muy fuerte, desafortunadamente, el racismo me tocó,
aunque esto era más notable hacia los jugadores negros. A
mí no me fueron dadas las mismas oportunidades que les son
dadas ahora a los jugadores mexicanos, porque en aquel
entonces los jugadores de Estados Unidos eran preferidos.
Pero gracias a Fernando Valenzuela y Teodoro Higuera,
quienes fueron los que abrieron las puertas, la gente se dio
cuenta de que efectivamente había talento mexicano.
El record de Romo no fue impresionante (3-11, 4.15),
aunque fue “víctima de nulo apoyo a lo largo de la
temporada.” Sin embargo los Dodgers de Los Angeles lo
tomaron ese noviembre de los Indios de Cleveland en la
selección de cada año. Cuando la noticia llegó, Romo estaba
lanzando en la pelota de invierno. Durante la temporada de
1967-68, tuvo un microscópico 1.08 en PCL y ponchó a 171
bateadores en 148 innings lanzados, pero su record de
ganados y perdidos fue de 7-9.
Las carreras sucias (6 de 24) pueden haberle costado algunos
juegos, pero su apoyo ofensivo debió haber sido lamentable.
En el entrenamiento de primavera con los Dodgers en 1968,
Romo de nuevo hizo el equipo para el juego inaugural. Esta
vez lanzó en un juego. El 11 de abril en el estadio de los
Dodgers, lanzó el noveno inning contra los Mets de New
York, permitiendo una carrera sucia, en una derrota para su
equipo de 4-0. Esa fue su única aparición para L.A. esa
temporada; al final de mes, los Dodgers trajeron a Don
Sutton del equipo de Spokane triple A y enviaron a Romo de
regreso a los Indios.
Romo se encontraba en Portland una vez más, lanzó bien
allí, gracias en parte a los consejos de Alvin Dark, manejador
de los Indios (había reemplazado a Adcock) y al entrenador
de lanzadores Jack Sandford. Regresó a Cleveland a finales
de junio y nunca lanzó en las menores de nuevo.
Romo estuvo algo activo para los Indios el resto de la
temporada de 1968, apareciendo en 40 juegos, todos menos
uno en relevo. Estuvo altamente efectivo, 5-3, 1.62 con su
máximo de salvados en una temporada con 12 (aunque
solamente nueve le fueron acreditados de acuerdo con la
reglas en ese tiempo). No sorprendió que Cleveland lo
protegiera del draft de expansión ese otoño.
Alvin Dark dijo en la primavera de 1969 que
“absolutamente” no aprobaría ningún trato que le costara a
los Indios uno de sus seis lanzadores principales, una lista
que incluía a Romo. Aun así, una semana después de que el
artículo apareció, el lanzador fue a Boston como parte de en
un cambio de seis peloteros que trajo a Ken “el Halcón”
Harrelson a Cleveland.
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