”El Alacrán” noquea al argentino Jonathan Barros
Jonathan Víctor Barros no le dio ni para el arranque al veneno del “Alacrán”.
Con un furibundo vendaval de golpes en el tercer asalto, Miguel Berchelt retuvo por tercera vez su cetro superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, al vencer por nócaut técnico al argentino, anoche en un Polifórum Zamná que estuvo casi a su máxima capacidad y que se entregó de principio a fin al “Alacrán”.
Solamente hubo un hombre en el ring y fue el cancunense hecho en Yucatán. En el tercer asalto, Berchelt fulminó a Barros con una soberbia cantidad de golpes. La esquina del argentino, que salió al cuadrilátero con una playera de la albiceleste, se metió después de su segunda caída en ese róund, y paró la pelea al minuto con 53 segundos.
Con Jimmy Lennon Jr. como anunciador, Berchelt celebró en la esquina ante un público eufórico.
Los dos primeros asaltos fueron de estudio, pero nunca se puso en duda su categórico triunfo.
Berchelt, quien se cansó más tomándose fotos con los aficionados que en el cuadrilátero, lanzó un grito de guerra después del éxito.
“Micky Román estuvo hablando mucho por allá. Quiero mandarle un mensaje a él: que se prepare bien porque le voy a arrancar la cabeza”, aseguró Berchelt, visiblemente emocionado después de defender su cetro por tercera ocasión y ahora en donde se hizo boxeador.
De la afición, el púgil no tuvo más que palabras de elogio, pues se notó que era el de casa. Siempre, desde el primer campanazo, se metió con el argentino.
“La ovación de la gente de Mérida fue lo mejor, siempre me apoyaron desde mis inicios y estoy contento porque se fueron felices, quiero y le debo mucho a esta ciudad y vieron a su campeón dar un gran nócaut. Tienen campeón para rato”, sentenció el cancunense.
La noche fue redonda para todos. Para el “Alacrán”, que “picó con el veneno que tiene”; para los aficionados, que disfrutaron de una velada con mucho espectáculo y para la empresa Max Boxing, que ve como Berchelt se faja como un gran campeón.
“Esto es para todo mi gente de Yucatán. Para todo México”, concluyó Berchelt.— Miguel A. Calderón López
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