El estadounidense Tiger Woods, antiguo número uno mundial y ganador de 14 grandes, volvió a ganar un torneo más de cinco años después al imponerse ayer en el “Tour Championship”, cuarto y último torneo de los playoffs de la Copa FedEx de la PGA de golf, disputado en Atlanta, Georgia.
Habían transcurrido cinco años, un mes y dos días desde que el 4 de agosto de 2013 Tiger Woods levantó su último trofeo. Fue en el “WGC-Bridgestone Invitational”, en Tennessee, y con siete golpes de margen sobre su compatriota Keegan Bradley y el sueco Henrik Stenson.
El californiano de 42 años ha dejado por fin atrás sus innumerables problemas físicos —en abril de 2017 fue operado de la espalda por cuarta vez en tres años— y personales, para volver a ganar. Woods puso así fin a 1,877 días y 49 torneos de espera.
Con esta son ya 107 las victorias profesionales (80 en la gira de la PGA) de uno de los mejores jugadores de la historia y que estuvo 683 semanas sentado en el trono de número uno del mundo, 281 de ellas de forma consecutiva.
El golfista de Cypress empezó el año 2018 como número 656 del mundo y paso a paso ha ido trepando hasta el peldaño 21 que ocupaba al comenzar el torneo de Atlanta, que ha ganado por tercera vez en su carrera.
Tiger afrontó la cuarta y última ronda como líder y con tres goles de ventaja sobre el número uno mundial, el inglés Justin Rose, y el norirlandés Rory McIlroy, quinto del ránking.
Comenzó la última ronda con “birdie” para aumentar su ventaja a cuatro golpes. E incrementó el colchón a cinco después de que Rose y McIlroy hicieran “bogey” en el hoyo 5.
No obstante, Rose, quien estuvo contra las cuerdas, se hizo finalmente con la Copa FedEx y mantuvo la condición de número uno mundial. El británico terminó el torneo con 6 bajo.— EFE
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