Al
Bat
Bien,
el retorno de Bundy
Por Jesús Alberto Rubio.
1.- Desde cualquier
ángulo, me parece excelente el retorno del mánager Lorenzo Bundy a los Naranjeros
de Hermosillo. Ahora a confiar que las cosas le funcionan al equipo/franquicia
con el experimentado y muy apreciado estratega actual coach de los Marlins de
Miami y antes de los Dodgers.
2.- Mayos decidió irse
por Matías Carrillo y dejar fuera a Enrique “Ché” Reyes. No se cómo calificar
ese movimiento, pero los Cuevas, magnates, tendrán sus motivos. Lo siento, por
el paisano, pero en cualquier momento puede ser noticia al respecto de asumir
el mando de un equipo de la LMP.
3.- A propósito del
jarocho: fue removido de su cargo en el timón de los Guerreros de Oaxaca y en
su lugar entra Alfonso “Houston” Jiménez.
El 4-18 en ganados y perdidos, la causa letal.
4.- Francisco “Paquín
Estrada también fue cesado por los Olmecas de Tabasco (7-15 con él) y Marco
Antonio “Buzo” Guzmán, de manera interina, asume el puesto. Carajo. Bueno,
quien ha de estar más que contenta es su hermosa hija, la colega Shanelly
Guzmán. Ya si no.
5.- ¿Quién sigue…? Pienso
en los Rojos del Águila y su mánager Mark Weidemaier, quien hasta ayer su
registro en su debut en la LMB era de 7-16. Terrible para el Ave Roja y su gran
afición.
6.- Si de “rigurosidad”
se trata, entonces pudiéramos señalar que también en “la cuerda floja” pudieran
figurar el ex ligamayorista José Offerman (Cd. Del Carmen).
7.- Quiúbole: Dee Gordon,
fuera de la pelota activa por 80 juegos. ¡La causa?: arrojó positivo a
testosterona artificial y clostebol, un esteroide anabólico. El chico, campeón
bat de la Nacional, además de líder en hits y bases robadas en el 2015,
promediaba con Marlins .324. Terrible
baja para Miami.
8.- Los Cachorros
derrotaron 6-1 a los Bravos con Jon Lester abanicando a diez en siete innings y
ahora el equipo sorpresa de este inicio de temporada quedó 17-5, su mejor
registro tras 22 juegos desde que el equipo de 1907 arrancó 18-4. En cambio,
Atlanta sigue con la peor marca de la
Gran Carpa: 5-18. Lo siento, compadre.
9.- El Petco Park de San
Diego será sede del próximo 87 Juego de Estrellas de MLB (12 de julio) y ya se
dio la noticia de que Trevor Hoffman y Dave Winfield, sean los voceros
oficiales del gran evento de media temporada, quienes harán una serie de
presentaciones incluyendo en el Festival del Fanático, eventos en el estadio y
proyectos con la comunidad. De ambos no creo que sea necesario destacar sus
trayectorias. ¿O sí?
10.- Clase de paliza que
le están dando los Mets a los Giants: 12-0 en el tercer episodio en el que
metieron todo ese carreraje. Yoenis Céspedes lleva seis producidas con grand
slam y hit. Uff!
Los Cubs y el Wrigley Field
Ayer hablamos de los Cubs.
Hoy también, pero en torno a su historia y su
Wrigley Field:
Los Cachorros y Chicago se encuentran también
íntimamente ligados al desarrollo del beisbol a partir de 1876, cuando fueron
fundadores de la Liga Nacional con el nombre de White Stockings en un parque de
madera, muy al estilo de aquella época.
Al siguiente año construyeron el Lakefront
Park, muy cerca de la Illinois Central Railroads y jugaron con el nombre de
Colts.
Y así, sucesivamente, tuvieron otros parques; el
West Side Park, el West Side Grounds, ahora con el apelativo de Orphans y fue
hasta 1902 cuando adoptaron el nombre actual: Cachorros.
Fue en ese escenario, el West Side Grounds, donde
tuvieron una gran época.
En 1906 perdieron la Serie Mundial ante Medias
Blancas, pero ganaron las de 1907 y 1908 a los Atléticos. En 1910 fueron de
nuevo al Clásico Otoñal y cayeron ante los Atléticos de Filadelfia.
La última vez que los Cachorros aparecieron en una
Serie Mundial fue en 1945, en la que cayeron en siete partidos ante los Tigres
de Detroit.
Cuando se inició la Liga Federal en 1914, el
millonario Charles Weeghman, propietario de restaurantes, mandó en Chicago
edificar con concreto y ladrillo rojo un estadio para 30 mil aficionados para
que vieran jugar a Las Ballenas (ese circuito sólo tuvo vida en 1914 y 1915 al
perder el juicio ante la Corte).
Por ello, entró en sociedad con los Cachorros
comprando la mayor parte de las acciones y el equipo se cambió al nuevo parque
que tomó el nombre de Cubs Park para luego llevar el de Weeghman.
La primera vez que jugaron los Cachorros en ese su
nuevo estadio, fue el 20 de abril de 1916 derrotando 7-6 a Cincinnati,
curiosamente también en once entradas como ocurrió al inaugurarse el Fenway de
Boston.
Para 1919 la familia de Williams Wrigley Jr.,
propietaria de la compañía chiclera (de la flecha), tomó el control
completo del Club, bautizando al parque como hasta la fecha se le conoce.
Su larga e histórica
permanencia como dueña del Club, se prolongó hasta 1981, al vender la
franquicia a otra institución de Chicago: The Tribune Corporation, que publica
el Chicago Tribune, además de ser propietaria de la superestación de radio WGN,
entre otras organizaciones.
Es famosa la balada “Take
Me Out to the Ballgame” (Llévame al beisbol) impuesta por el siempre recordado
Harry Caray, quien en cada séptimo episodio la cantaba desde su butaca de
transmisión, motivando a que toda la fanaticada se levantara de sus asientos
para que también la entonara.
Caray, fallecido en 1998,
hoy es miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.
El estadio, calificado
como “amigable”, muestra a aficionados que gustan asistir en shorts, sin
camisas, gozando del beisbol, muchos de los cuales se instalan en los techados
de los edificios ubicados atrás de los jardines, junto a la calle Waveland, donde
incluso gran cantidad de ellos, con guante en mano, esperan capturar las
pelotas de jonrón.
En el verano, fanaticada,
peloteros, disfrutan la grama natural y la enredadera, que luce frondosa sobre
su barda, reciben la suave y fría brisa proveniente del Lago Michigan.
Y si en juegos normales
es difícil conseguir boleto para entrar al parque, esta situación se complica
aúin más cuando los Cachorros reciben a sus archi-rivales Cardenales de San
Luis.
Como dato adicional e
histórico, debo de recordar que el Wrigley Field, fue el último parque de Ligas
Mayores al que se le instalaron torres de iluminación. Esto ocurrió en 1988,
manteniendo aún su original pizarra en operación.
En ese primer juego
histórico, después de 74 años de vida del Wrigley, se vio cortado por la
lluvia cuando en la parte baja de la
cuarta entrada los Cachorros ganaban 3-1 a los Filis.
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