Cuba - Cargado de optimismo llegó el italiano Ricardo Fraccari a la capital cubana, último punto de una gira que le llevó por China, Corea del Sur y República Dominicana, para abordar con las federaciones y organizaciones profesionales de esos países la situación actual del béisbol y el softbol, a raíz de su represo al programa de los Juegos Olímpicos.
Después de reunirse con las principales autoridades del deporte en la Isla, el presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol(WBSC), por sus siglas en inglés) intercambió con los medios sobre los principales retos que encara la organización que dirige y sus posibles vías de solución.
“La situación es positiva sólo por el hecho de poder regresar a los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, por todo lo que eso significa en términos de desarrollo. Nos hemos propuesto analizar con las federaciones y con las organizaciones profesionales cómo podemos crear nuevamente un fuerte interés en los jóvenes por el béisbol y el sóftbol, algo que ha caído notablemente después de la última incursión en Pekín hace nueve años”, comentó el federativo a la prensa acreditada en La Habana.
Fraccari es consciente de que en muchos países beisboleros, incluido Cuba, el fútbol ha avanzado muchísimo y por eso indaga en cómo tomar la iniciativa para globalizar mucho más el béisbol y el sóftbol para atraer a los jóvenes.
“Tenemos datos de que la edad media de los espectadores anda entre 50 y 60 años. Es preocupante y por eso hemos hecho un estudio en cada continente para enfrentar estas realidades. Ninguno de los otros deportes admitidos en el programa de Tokio 2020 nos supera en proyección e interés, pero tienen una cosa muy importante: el seguimiento de muchos jóvenes”, sentenció.
Otra de las preocupaciones de la directiva de la WBSC es que el torneo olímpico no sea un evento ocasional, sobre todo teniendo en cuenta que ahora se otorgará las sedes de dos Olimpiadas al mismo tiempo. “El principal motivo para la salida del béisbol olímpico es la imagen de ser un deporte muy fragmentado que tenía el Comité Olímpico Internacional (COI), donde el 51 por ciento son europeos. Eso tenemos que cambiarlo y el primer paso fue la celebración del torneo Premier 12”, comentó Fraccari.
Es por eso que el directivo cifra las mayores esperanzas en el éxito de la cita nipona. En ese sentido se está analizando con las federaciones el sistema de clasificación para definir los cinco equipos que acompañarán a Japón en el certamen.
“Queremos anunciarlo muy pronto y la matemática es simple. Tendremos que dar un espacio a Asia y Oceanía, otro a repartir entre África y Europa y un mínimo de dos cupos a América, aunque no es descartable que sean tres, porque en ninguna otra región hay tantas potencias beisboleras reunidas. Lo que debemos resolver es cómo se van a repartir esos boletos”, dijo.
Fraccari confirmó que la propuesta es comenzar ese proceso con la realización del torneo Premier 12 en el 2019 y que luego de eso se efectuarían torneos continentales de clasificación que culminaría en el mes de marzo de 2020.
La posibilidad de que Cuba organice alguno de estos u otro de primer nivel en cualquier categoría fue abordada y Fraccari comentó que “como nunca antes la confederación está en condiciones de ayudar en la organización sin muchos recursos para impulsar esa globalización. Que la mayoría de los últimos torneos se hayan disputado en Asia tiene que ver con razones económicas, porque los torneos requieren cada vez de mayor profesionalidad en su organización”.
A una interrogante de El Nuevo Día sobre la receptividad que han tenido las organizaciones profesionales –sobre todo MLB- con todas estas ideas, Fraccari fue claro.
“Yo no esperaba lo que está pasando. Japón parará su torneo y eso significa para su liga profesional perder millones de dólares. Corea está pensando lo mismo. Debo decir que la receptividad de MLB es positiva, pero tenemos que hacer preguntas realistas.A mí me gusta estar con los pies en la tierra porque los sueños, en la mañana cuando uno despierta, se van y los proyectos concretos se quedan”, sostuvo.
“Nunca pediría a MLB que suspenda su evento, pero la posibilidad de que faciliten los jugadores sí la creo posible. Cuando tengamos el formato final del torneo olímpico, la fecha y el tiempo de duración, podremos empezar discusiones más serias. El evento que se propuso al COI era de ocho equipos, con dos grupos de cuatro, tres días más la semifinal y final. Serían cinco días y en ese tiempo se podían facilitar los jugadores”, explicó.
“Tenemos que respetar las organizaciones profesionales como hace el fútbol. Lograr el equilibrio para que haya compromiso, y ellos también puedan aprovechar la idea de ser olímpicos, porque ayuda a la popularidad. Si hay menos peloteros, eso también les afecta. Creo que es interés común buscar una solución”, concluyó.
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