31 may 2017

POR EL CAMPEONATO, FINALES DE BASKET BALL

Cavaliers y Warriors lucharán el campeonato con plantillas reforzadas (horizontal-x3)
En esta foto de archivo de 2015, Stephen Curry (izquierda) y Andre Iguodala, de los Warriors, besan el trofeo de campeonato tras vencer en el sexto juego a los Cavaliers de Cleveland. (Archivo /AP)
Oakland, California - Se acabaron los análisis, los pronósticos y las conjeturas. Incluso terminó la espera para los que anhelaban una tercera final al hilo entre estos dos grandes colosos.
Esta noche  se pondrá en marcha la serie final de la NBA cuando los campeones vigentes Cavaliers de Cleveland visiten a los Warriors en Golden State, a partir de las 9:00 (por la cadena ABC).

Los Warriors y los Cavaliers están haciendo historia en la NBA al convertirse en el primer par de equipos que se miden en tres series finales consecutivas.
Golden State ganó en seis juegos (4-2) el primer clásico de estos dos equipos en 2015, Cleveland borró un déficit de 3-1 en la segunda final para llevarse el campeonato en siete partidos (4-3) en 2016, y el desempate ha sido esperado durante toda la presente temporada. Uno que se gestó fácilmente durante los playoffs, combinándose para un solo revés durante las primeras tres rondas.
El tercer capítulo de la trilogía presentará un interesante pareo entre Kevin Durant y LeBron James; una repetición de lo que se vivió hace cinco años cuando James ganó su primer título de la NBA cuando militaba con el Heat de Miami, que superó al Thunder de Oklahoma City en 2012.
Durant, cara nueva en Golden State, tiene en esta ocasión un equipo mucho mejor y se ha convertido en un jugador mucho más completo ahora que está en su primera temporada con los Warriors. Pero la de 2017 también será una mejor versión de LeBron.
La clave para los campeones es defender
Hay una forma de vencer a Golden State: defender y defender.  
Si los Cavaliers le permiten a los Warriors encestar el 50% de sus disparos, casi sin duda ganarán. Si permiten que anoten 103 puntos, casi sin duda ganarán. 
Es así de sencillo. En palabras de  James, los Warriors de Golden State son un gigante. Y ese monstruo requerirá que los Cavaliers de Cleveland jueguen con una férrea defensiva en esta final. 
Pero la defensa ha sido una interrogante para los Cavs durante toda la campaña. 
Aun así, algunos entendidos favorecen para ganar a Cleveland por dos razones principales: James es el mejor jugador de la actualidad y ahora parece que toda su motivación se concentra en recolectar más anillos, y en segundo lugar, la llegada de  Durant a un equipo con tantas armas, hacía pensar en una transición no tan fácil como la ha hecho ver Golden State. 
Es posible que James nunca haya sido tan bueno como lo es ahora. Pero con Durant, es posible que los Warriors tampoco lo hayan sido antes. 
Para muestra, bastan los números en esta campaña. Cuando los Warriors han anotado 103 puntos, tienen marca de 78-6. Cuando consiguen 102 o menos tienen registro de 1-9. Esa estadística se aplica también a la final del año pasado, en la que finalizaron 3-0 en partidos en los que anotaron al menos 103 puntos, y 0-4 cuando no lo hicieron. Y la última vez que lo Warriors tuvieron efectividad del 50% en una derrota fue en noviembre... del 2014. 
Cuando encestan más del 50% suman 106 triunfos en fila, los últimos 43 esta campaña. 
El argumento en la cuenta de Twitter de los Cavs al escuchar esos números, posiblemente girará en torno a cómo Cleveland ha limitado a Golden State en cada una de las últimas dos series finales de la NBA, y eso es cierto. Golden State tuvo efectividad del 44% ante los Cavs en la final de 2015 y 43% el año pasado. Evidentemente, Cleveland entiende lo que se necesita para anular lo suficiente a los Warriors. 
Excepto que aquellos Warriors no son estos Warriors. 
Y a pesar de que Cleveland ha arrasado en esta postemporada, con marca de 12-1, ha limitado a sus rivales en menos de 100 puntos en solo tres ocasiones. 
Durant es la diferencia. Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green fueron suficiente reto con Harrison Barnes. Ahora Durant ocupa básicamente el lugar de Barnes, y los Warriors han encontrado dimensiones distintas tanto en ofensiva como en defensiva.
El rey está seguro
Por otro lado, cuando se le preguntó a LeBron por qué los Cavaliers pueden vencer a los Warriors en la tercera final que disputarán ambos equipos, el astro dio una respuesta sencilla. 
“Me siento bien sobre nuestras posibilidades, creo que son muy buenas”, dijo. 
A veces, la explicación más simple es la correcta. El astro de 32 años, sin duda el mejor jugador de su generación, está mostrando el desempeño más destacado de su vida. Y si manifiesta confianza de cara a una serie ante un equipo repleto de estrellas, el resto de los integrantes de Cleveland no tiene por qué dudar. 
James ha alcanzado alturas asombrosas en esta postemporada, rebasando a Michael Jordan como el máximo anotador en la historia de los playoffs. Así, guió a los Cavs en un recorrido que pareció más tranquilo de lo habitual en postemporada.
Siete finales al hilo
James disputará su séptima final consecutiva de la NBA. En estas instancias, se siente como en casa. Y al parecer, no hay nada que pueda golpear su determinación, sin importar el número de jugadores estelares con los que cuente el rival. 
James promedia 32.5 puntos por encuentro en estos playoffs. La cifra sólo es eclipsada por la de 35.3 puntos que logró en 2009, cuando tenía 24 años. 
Asimismo, atrapa ocho rebotes y reparte siete asistencias por encuentro. Y los Cavs lucen más completos que en sus dos viajes anteriores a la final. Kevin Love se perdió la edición de 2015 por una lesión de hombro. Un año después, cuando Cleveland se coronó, el ala-pívot ofreció poco talento.
Este año se asemeja más a aquella máquina de estadísticas impresionantes con Minnesota. No había lucido así desde el canje que lo envió a Cleveland para unirse a James, quien había tomado recién la decisión de regresar al equipo de su ciudad natal. Love promedia 17.2 puntos y 10.2 rebotes en esta postemporada. Ha atinado el 47.5% de sus triples. 
Kyrie Irving se ubica también en un nivel superior en estos playoffs. Y eso que el año pasado, su desempeño notable en la serie ayudó a que los Cavs remontaran un déficit de 3-1. Se destapó con 42 puntos en la importante victoria sobre los Celtics de Boston, en el cuarto juego de la final de la conferencia del Este. Es capaz de hacer frente a cualquier jugador perimetral de Golden State. 
Y si a eso se agrega la contribución de Tristan Thompson, Deron Williams, Channing Frye, Kyle Korver y J.R. Smith, podrá entenderse que Cleveland es uno de los pocos equipos con el poder para derrotar a los Warriors.

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