25 oct 2018

LIGA INVERNAL VERACRUZANA

Historia de la Liga Invernal Veracruzana

Por Cesáreo Suárez Naranjo.
(Capítulo 20)

En nuestro recorrido por la temporada 1956/57 de este circuito toca el turno a unos "descoloridos" (inexplicablemente) Rojos del México, los que ocuparon la quinta posición a 21 y medio juegos del primer lugar.
Y si dije "descoloridos" (que les queda "como anillo al dedo") es porque ya no fueron ese equipo, poderoso, que obtuvo con relativa facilidad el título, el año anterior. La razón es "muy sencilla": ya no contaron con esos tremendos jugadores que deleitaron a los aficionados con su indiscutible calidad. 

¿A dónde se fueron Jim Rivera, Paul Foytack, Jim Bunning, Johnny Lipon, Tim Thompson (por nombrar a los extranjeros más destacados)? y ¿a dónde se fue el mismo Beto Ávila, a quien no pudimos detectar en ninguno de los panoramas beisboleros de invierno? No lo sabemos a ciencia cierta (o no lo recordamos, que para el caso es lo mismo).

Lo cierto es que algunos de esos peloteros tuvieron que cumplir otros compromisos a los que los obligaban sus organizaciones. ¡Okay, se entiende!, pero que, tanto en la Guía de The Sporting News y en el librito de Tomás Morales estuvieran punto menos que ignorados (lo que no pasó con los demás equipos) es bastante extraño, pero así fue. Y, aunque en las labores informativas no se valen las "suposiciones" pues, ¡sí!, suponemos que los dueños tuvieron la culpa, por desatenderse casi por completo de reforzar adecuadamente el plantel (lo cual encontramos confirmado en lo que respecta a la siguiente campaña; pero eso lo diremos en su momento).
Así que, de lo poco que pudimos rescatar – aparte de que esa temporada jugaron en el parque de la Petrolera, al igual que sus rivales, los Aztecas - solo podemos saber que celebraron un convenio con los Indios de Cleveland, y en ese sentido, de los jugadores que les enviaron aparecen el catcher Frank Biskup; el pitcher Gary Bell (quien tenía el sobrenombre de "Ding Dong"; y en esos momentos estaba en los inicios de su carrera, pero luego subió a la la Gran Carpa para tener una carrera regular); el jardinero John Waters; y un "bonus baby" para cubrir las paradas cortas: Kenny Kuhn (a quien la "tribu" le dio una bonificación de setenta mil dólares - estamos hablando de "aquellos" - pero nunca logró sobresalir en las Mayores, habiendo sido compañero de Beto Ávila). Este muchacho, según encontramos en Internet, fue "un estrella en cuatro deportes: beisbol, fútbol americano, basquetbol y en competencias de pista en la Preparatoria para varones de Louisville, y considerado en 1955 (antes que surgiera Mohamed Alí) como - posiblemente - el más grande atleta all-around nacido en Louisville". Pues ahí queda, para quienes pueda interesar este tipo de información.
De los "demás" integrantes del plantel podremos mencionar a algunos, como el batallador Rodolfo "Mulo" Alvarado quien, al menos, logró una buena marca de 14-6 en ganados y perdidos, pero aceptó 201 imparables y termino con 4.15 en carreras limpias.
En cuanto a los otros lanzadores, parecía que habían hecho un reclutamiento por el lejano oriente: Adriano Wong, José Luís Chang y Filiberto Qui quien, entre sus "chiripadas" dejó sin hit ni carrera a los Petroleros(¡y eso ya es algo!, dice Tommy Morales, "pues Poza Rica fue el campeón, y contaba con una línea de formidables bateadores").
Y no hay mucho que decir del resto. Si acaso de que por la primera base estaba René González (¡bastante desmejorado!, en comparación a pocos años atrás, cuando había obtenido tres coronas de bateo, consecutivamente). Además del "futuro almirante" el jarocho "Chito García, por los jardines junto con el voluntarioso Mario Luna. Y ni caso tiene repetir lo del "sainete" de Jesús "Coneja" Sánchez, que lo llevó a los Aztecas de Peralta, para traer a la "Bailarina" Ramirez.
"Para colmo", cuenta Tommy, "muchos integrantes del equipo estuvieron lesionados la mayor parte de la temporada. Entre ellos el "grandotote" René y el "almirante" Chito, quienes se la pasaban en la banca hablando de filosofía (?) y de 'otras cosas raras', y ya tenían mareado a su manager, "Molinero" Montes de Oca, quien preocupado por la mala marcha del equipo, no tenía tiempo para estarlos escuchando.
Hay una página de esa temporada, que menciona Tommy Morales. Es la de un partido “loco, loco”, como él lo llama, y que se celebró en la capital de la república, enfrentando los Rojos a los Petroleros de Poza Rica. Y, precisa: “ese día, 30 de Octubre de 1956, se impusieron todos los records de bateo imaginables. El marcador quedó 25 carreras a 24, a favor del México, quienes conectaron 29 imparables, por 28 de los Petroleros, disparándose un total de 14 jonrones, 8 del Poza Rica, y 6 de los Rojos.
“En ese partido los managers – Molinero y Frank Oceak – utilizaron, prácticamente a todos sus lanzadores. Ese montón de cuadrangulares (añade Tomás) fue debido a la cercanía de las bardas en este terreno. Tan cerca estaban, que Howard Goss, uno de los jonroneros pozarricenses dijo, en son de broma que “podía tirar un salivazo, desde el jom, y pasarlo por arriba de la cerca: Y finaliza Tommy: “Más adelante tuvieron que adicionarle algunos tramos; pero, ahora, tal parecía que los jardineros jugaban al frontón”.
En nuestro próximo hablaremos del team que viajó "en el cabús". Fotos: 1 Gary Bell; 2 Kenny Kuhn; 3 René González; 4 Chito García.

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