Una mano izquierda potente, perseverancia y férrea disciplina, aunados a su dedicación, esfuerzo y salud, lo elevaron a la cima del deporte blanco en 2019.
Después de un largo calendario tenístico, que inició con Novak Djokovic a la vanguardia, Rafael Nadal tuvo una temporada extraordinaria conquistando dos Grand Salms, Roland Garrós y Estados Unidos, y varios torneos importantes, terminado el año con una foja de 52 victorias con 7 derrotas. Acumuló 9,985 puntos y terminó en el lugar número uno del ranking ATP, órgano rector del tenis, que lo colocan como líder del máximo circuito.
En la última competencia, con puntos para escalar la cima, el torneo Nitto ATP Finals, celebrado en Londres, se reunieron a los ocho jugadores que más puntos acumularon durante el año; en una ceremonia, el español recibió el trofeo que lo acredita como el número uno del mundo.
Nadal consigue terminar como el mejor jugador del año por quinta vez e implanta el récord al lograrlo cinco veces en años no consecutivos y a sus 33 años en ser el más veterano en asumirlo. Se une al grupo de Federer, Connors y Djokovick como ganadores de la misma cantidad y únicamente superados por Pete Sampras, quien lo obtuvo seis veces.
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