¿Cómo se compara la carrera de Omar Vizquel con la de Luis Aparicio?
En los últimos años, el proceso de votación al Salón de la Fama se ha convertido en una competencia de comparaciones.
Es decir, cada año más y más jugadores son elegibles a Cooperstown y los comparamos con los que ya están en el Salón de la Fama. Esto pasa todo el tiempo, con cada jugador. Y no es que sea un error. Yo lo hago siempre. He pasado la mitad de mi vida haciendo ese tipo de ejercicios. Me encanta hacerlos. Y los seguiré haciendo. Incluso en este mismo artículo.
Pero lo que quiero decir es que pasamos tanto tiempo comparando a peloteros que solemos olvidar algo crucial.
Cada jugador debe trazar su propio sendero hacia el Salón de la Fama.
Las comparaciones ayudan, claro. Pero nadie es elegido, y nadie debería ser elegido, simplemente porque sus estadísticas se comparen favorablemente con un miembro del Salón de la Fama. Esos ejercicios son una guía. Pero el jugador es exaltado al Salón por lo particular y lo especial de su grandeza, por los recuerdos que creó, la originalidad de su desempeño en el terreno y todos esos aplausos que generó.
Al parecer hay una pelea en torno a la candidatura para el Salón de la Fama del venezolano Omar Vizquel, quien entró en la boleta por primera vez este año. Todo se debe a que Vizquel tuvo una carrera inusual, llena de muchas fortalezas, pero también de debilidades. Se ganó 11 premios Guante de Oro como campocorto, sólo por detrás de los 13 de Ozzie Smith. También se retiró en el cuarto puesto de hits entre los torpederos, detrás de los miembros del Salón Honus Wagner, Cal Ripken y Robin Yount. Y seamos honestos, Yount no era un SS los últimos nueve años de su carrera, mientras que Ripken jugó en la tercera base mucho más de lo que la gente recuerda.
En lo que a torpederos respecta, cuando se habla de hits hay que hablar sólo de Wagner, Vizquel y Derek Jeter, el líder de todos los tiempos para la posición con 3,465.
En el lado negativo de la historia, la realidad es que Vizquel no bateaba. De verdad, no nos engañemos. El número de hits es bonito, pero Vizquel sumó un montón de imparables porque jugó toda la vida. Acumuló turnos hasta los 45 años. Pero no bateaba.
Ahora sí es momento de comparar. Y como seguramente dedujeron por el título de esta nota, es fácil adivinar que hablaremos de Vizquel y de otro venezolano, Luis Aparicio. Ambos fueron brillantes torpederos. Tienen casi la misma estatura. Vizquel se ganó 11 Guantes de Oro, mientras que Aparicio acumuló nueve (el premio no existía en los primeros dos años de su carrera). Ambos jugaron mucho tiempo y sumaron un montón de hits, anotadas y números totales. También fueron, los dos, bateadores sin mucho poder. El OPS+ de Aparicio, como el de Vizquel, fue de 82.
Aquí están sus números:
Aparicio: .262/.311/.343, 2,677 hits, 394 dobles, 92 triples, 83 jonrones, 1,335 carreras anotadas, 791 empujadas, 506 bases robadas.
Vizquel: .272/.336/.352, 2,877 hits, 456 dobles, 77 triples, 80 jonrones, 1,445 carreras anotadas, 951 empujadas, 404 bases robadas.
Como pueden ver, Vizquel está por encima en más departamentos que Aparicio.
Aparicio está en el Salón de la Fama.
¿Significa eso que Vizquel también debería estar en Cooperstown?
Para ser preciso, esa pregunta incluye a su vez dos preguntas. La primera es, ¿esas similitudes significan que Vizquel fue tan bueno o mejor que Aparicio? Hay razones muy fuertes que sugieren lo contrario. Si vemos sus respectivas Victorias Sobre un Jugador Reemplazo (WAR, en inglés) y Victorias Sobre un Jugador Promedio (WAA), ambas métricas sugieren que no fueron idénticos.
Aparicio: 55.7 WAR, 20.4 WAA.
Vizquel: 45.3 WAR, 5.0 WAA.
Ya vimos los números totales. Notamos las fantásticas similitudes. ¿Por qué razón Aparicio está mucho mejor ubicado en estadísticas como WAR y WAA?
Es muy sencillo. Un poco es por la defensa: Aparicio está ligeramente mejor ubicado como defensor, a pesar de que los dos fueron fantásticos con el guante. Otro poco es por la ofensiva: Aunque los números de Vizquel lucen un poco mejores, jugó en una época distinta a la de su compatriota y en realidad está más por debajo del promedio que Aparicio.
Pero en realidad, el gran espacio entre ambos lo marca el corrido de bases. Ambos fueron bateadores por debajo de la media. Ambos fueron tremendos defensores del campo corto. Pero Aparicio es considerado, y así lo reflejan los números, como un corredor de bases sensacional, uno de los más grandes de todos los tiempos. Esto probablemente no es una sorpresa para nadie, pues encabezó su liga en bases robadas en sus primeras nueve temporadas. Baseball-Reference le otorga 91 carreras sobre el promedio como corredor y 17 carreras sobre el promedio por evitar batear para doble-play.
Vizquel se retiró con sólo una carrera por debajo del promedio como corredor, a pesar de todas esas bases robadas (lo hicieron out robando muchas veces) y nueve sobre el promedio por evitar batear para doble-play. Se trata de una diferencia de 100 anotaciones, básicamente suficiente para crear la diferencia de 10 victorias que hay entre los dos jugadores.
Entonces, no luce justo decir que Vizquel haya sido tan buen pelotero como Aparicio. No creo que lo haya sido.
Pero vayamos ahora a la segunda parte de esto: ¿Y si Vizquel hubiese sido igual de bueno? Al fin y al cabo, aun si uno cree que Vizquel fue igual de bueno que Aparicio, eso no tiene que significar que pertenezca al Salón de la Fama. En lo absoluto.
Aparicio fue apenas el segundo venezolano que se convirtió en jugador de todos los días en las Grandes Ligas, después de Alfonso Chico Carrasquel, quien debutó seis años antes. Fue el primer gran pelotero venezolano y un héroe en su país. Fue un pionero y una estrella. Fue una amenaza sobre las almohadillas cuando casi nadie en la Liga Americana jugaba de esa forma (encabezó el Joven Circuito con 21 robos en su temporada de novato). No fue sólo un gran campocorto defensivo, sino un genio en su posición, un maestro, alguien que abrió caminos. Mark Belanger, otra leyenda defensiva de las paradas cortas, solía estudiar a Aparicio y detallar cada uno de sus movimientos. Aparicio era tan reverenciado en el béisbol que casi gana el premio al Jugador Más Valioso en 1959, a pesar de batear sólo para .257 y sin poder. En 10 temporadas diferentes, recibió votos para el JMV. Y todo el mundo sabía que no bateaba.
Vizquel recibió un voto al octavo lugar para el JMV en toda su carrera.
El punto es que Aparicio está en el Salón de la Fama por lo que hizo Aparicio. No creo en un camino al Salón para los torpederos "sin ofensiva y gran guante". Aparicio abrió su ruta hasta Cooperstown. Todas sus virtudes, todos sus defectos, sus raíces, su estilo de juego, su audacia como pelotero, su forma de comportarse, las cosas que sus compañeros y sus oponentes decían de él. Todo eso fue lo que convenció al 84.6% de los votantes que sí, este señor es un Salón de la Fama.
Vizquel camina por su propia senda. Por supuesto, voy a seguir con las comparaciones, porque son divertidas y ayudan a entender cosas. Pero he ido demasiado lejos con ellas. Creo que muchos de nosotros lo hemos hecho. Cómo se compara Vizquel con Aparicio, Rabbit Maranville y Phil Rizutto (o con Barry Larkin, Ripken y Wagner) no definirá su argumento general para ser exaltado al Salón de la Fama.
¿Fue un pelotero que cambió el juego? ¿Fue el mejor jugador del béisbol? ¿Estuvo cerca de serlo? ¿Era el jugador alrededor del cual armarías un equipo para luchar por el título? ¿Era tan único que inspiró a otros a jugar como él? ¿Emocionaba verlo jugar? ¿Hacía cosas que nadie más podía hacer?
Y así por el estilo.
La razón más importante por la que existe el Salón de la Fama es para recordar. ¿Y qué vale la pena recordar? Esa es la pregunta más importante de todas.
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