Al Bat
“Mi padre, el Inmortal”
* Reciente, el periodista Gilberto Dihigo presentó en
Torreón su libro dedicado a su padre, obra donde
destaca el lado humano y trayectoria del jugador
considerado uno de los grandes de béisbol del siglo XX.
Por Jesús Alberto Rubio.
Antes de compartirle el artículo que escribió Gilberto Dihigo
de su señor padre, deseo puntualizar lo que fue Martín
Dihigo –“El Maestro”.-- a partir de su arribo a la Liga
Mexicana y en general en la pelota profesional.
En efecto, fue en 1937 cuando debutó con el Águila de
Veracruz, ya con 14 años de trayectoria en el beisbol de paga
y lo notable, al vestir los colores porteños, fue lo siguiente:
Fue el primer pitcher en lanzar sin hit ni carrera en la Liga
Mexicana, notable hecho histórico visto en 16 de septiembre
de 1937 en contra de Nogales. Tiró los nueve innings y ganó
4-0 en partido efectuado en el Parque Deportivo
Veracruzano.
Un año más tarde, también con el Águila dirigido por su
paisano Agustín Verde, obtuvo la triple corona de pitcheo al
agenciarse los lideratos de ganados y perdidos, efectividad y
ponches.
Tuvo una marca de ganados y perdidos de 18-2 (.900), con
0.90 de carreras limpias y 184 ponches. Además fue el
máximo ganador de la temporada con sus 18 triunfos.
Y en bateo, fíjese: el inmortal cubano se agenció el título de
bateo esa misma campaña, obteniendo un alto porcentaje de
.387 milésimas.
Simplemente, era un portento de la pelota.
Obviamente, con él en el pitcheo y a la ofensiva, los rojos
porteños fueron bicampeones del circuito en el 37 y el 38.
Todavía se dio el lujo de encabezar en tres ocasiones al
circuito en ponches. En 1939 abanicó a 202, en el 42 a 211 y
un año más tarde despachó a 134. La endemoniada velocidad
que imprimía a la esférica nulificaba a los bateadores.
Posteriormente vistió los uniformes del Torreón, Nuevo
Laredo y San Luis de Potosí, comandando a varios de ellos.
Finalizó su carrera en la Liga Mexicana con marca de 119-
57.
También paseó su nombre por Panamá, la Republica
Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y, obviamente, Cuba.
Al paso del tiempo, sabemos, tiene la distinción de figurar en
los salones de la fama de Cuba, México, Venezuela y
Estados Unidos, lugares donde siempre exhibió la condición
de verdadero fuera de serie.
Lo relevante fue que sin jugar en Ligas Mayores por el color
de su piel (racismo), tiene un nicho de oro en el recinto
sagrado con sede Cooperstown, Nueva York.
Ligas Negras
Entre 1922 y1947) jugó en el beisbol de las Ligas Negras de
EU donde alternó con peloteros de la talla de James Cool
Papa Bell, Oscar Charleston, Joshua Gibson, Leroy Satchell
Paige, Sam Lloyd y muchos má
Por ello, mejor vayamos ahora al artículo que publicó
Gilberto Dihigo, pero antes déjeme decirle que el licenciado
Juan Antonio Villa García, coordinador general e la visita y
presentación del libro dedicado al “Maestro” Dihigo, nos
dijo lo siguiente:
“Estimado Jesús, te envío el artículo que Gilberto Dihigo
Castillo escribió con motivo de su reciente visita a La
Laguna. El texto, que por error no menciona el apellido del
autor, fue publicado en El Siglo de Torreón. Ojalá resulte de
interés y consideres que también lo sea para tus lectores.
Saludos”.
Bien.
“Torreón fue la primera ciudad mexicana donde mi esposa
Marisol y yo presentamos la segunda edición del libro "Mi
padre El Inmortal", con lo cual cumplí el secreto deseo de
que en la ciudad más significativa en los buenos
sentimientos de Martín Dihigo iniciara este periplo de
apariciones y sin duda la elección fue acertada porque la
organización mostrada, el interés del público que colmó el
auditorio del Museo Regional combinado al afecto nos hizo
comprender a Marisol y a mi porqué hace muchos años el
viejo Dihigo se enamoró de Torreón.
La buena energía no se puede disimular, es algo que vibra en
el aire, late dentro de las personas y esa corriente fluyó en la
noche de las disertaciones con la obra sobre Martin Dihigo.
Vale decir que si ese día de marzo fue exitoso se debió en
primer término al licenciado Juan Antonio García Villa y
todos los integrantes de la Peña Beisbolera, quienes como un
solo hombre se multiplicaron con todas las tareas y aportaron
no sólo su presencia, sino también financiaron nuestra
estancia . Para todos ellos sin excepción va nuestro profundo
agradecimiento.
Esta segunda parada de presentaciones sobre el libro ¨Mi
padre el inmortal" -la primera fue en Miami- no sólo
representó momentos emotivos en lo personal, sino reafirmó
el principio sostenido por el proyecto de la Fundacion Martin
Dihigo INC, de que la memoria histórica nunca desaparece
cuando existen personas que mantienen vivo el orgullo del
pasado y eso nos quedó confirmado con el desinteresado
trabajo que realizan el licenciado García Villa y el grupo de
la Peña Beisbolera, preocupados y ocupados por el
desarrollo y legado del beisbol mexicano.
Este servidor y su esposa aprendieron de esos hombres que
la tradición del beisbol, a pesar del arrollador respaldo al
futbol, no morirá en La Laguna y esa pasión por el llamado
"rey de los deportes", como lo llamaban en la década de los
años 40 al beisbol lo ratificó el pueblo de Torreón con el
lleno total de estadio en la primera presentación del equipo
algodonero. Por cierto en este apretado resumen no puedo
olvidar a la gerencia del equipo Unión Laguna que nos
permitió a este servidor y al hijo de Pedro "Charolito" Orta,
Jorge, excelente persona y gran jugador de beisbol,
protagonizar un homenaje a nuestros respectivos padres
cuando inauguramos de manera simbólica la temporada de
los algodoneros, yo desde la lomita y él con el bate en la
mano. Tanto Jorge como yo respiramos historia cuando
entramos a la grama donde años atrás nuestros padres
sudaron la camisa y protagonizaron grandes jugadas.
Seguimos adelante y nos espera Monterrey, Saltillo,
Veracruz, Xalapa, República Dominicana, Nueva York,
Nueva Jersey, Panamá y Puerto Rico, entre otras localidades
adonde llevaremos el libro, pero sin ánimo de ser futurista
será difícil a estas ciudades subir el listón más alto a lo que
encontramos en Torreón donde mi esposa y yo aspiramos a
volver con nuestros dos hijitos en un compromiso con mi
paisano Israel Fuentes y su esposa Gaby que los cuidarán.
Dejamos muchos amigos en la ciudad que tocó el corazón de
mi padre y ahora el del matrimonio Marisol-Gilberto Dihigo.
Y quiero que sepan los amigos que cuando la Fundación
Martin Dihigo comience a funcionar a plenitud uno de sus
primeros compromisos es erigir una estatua de Martin
Dihigo para ese pueblo que lo recuerda y mantiene vivo su
recuerdo. En resumen Torreón fue una excelente sede para la
presentación de "Mi padre El Inmortal".
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