Al Bat
Se cumplió el anhelo
Por Jesús Alberto Rubio.
Y se hizo el sueño, anhelo de todos los grandes
aficionados al beisbol --que no fanáticos, conste, porque
hay diferencias –: un séptimo y definitivo juego entre
Houston y Washington.
El favorito para los expertos en la materia sigue siendo
Houston, pero vale más ni meterse en ese asunto, tal
cual lo hizo el amigo que apostó 10 millones de dólares
a que se coronan los Astros. ¡10 mdd!
Un servidor, por estar dos paisanos, Jeff Luhnow, el
Yuli, Yordan y más latinos con el equipo texano, ya
sabe por dónde se inclina, aunque sin dejar de admirar
a estos Nats por haber llegado hasta este séptimo partido
cuando antes de que entraran como primer comodín
nadie daba un cacahuate por ellos.
Ya sabemos que los Nacionales se convirtieron en este
año en el oceavo equipo que dio la sorpresa en la
postemporada.
Recordemos, Boston, Colorado, Detroit, Houston,
Kansas City, Anaheim, Miami (dos veces), Mets, San
Francisco (dos veces), San Luis y Washington, son las
escuadras que llegaron a octubre como comodines y se
metieron hasta el Clásico de Otoño... de ellos, cinco han
sido campeones, incluidos dos títulos de los Marlines.
Ya
veremos dentro de unas cuantas horas de este 30 de
octubre que tanto amamos por todo lo que representa y
no sólo por sus hermosas lunas llenas.
Ya sabe a qué me refiero; sí, sí, ¡las series otoñales!
Lo inédito…
Así es: el equipo visitante, en efecto, ha ganado los
primeros seis juegos de la Serie Mundial del 2019, algo
sin precedente en la historia del Clásico de Otoño.
¿Cuán inusual ha sido este Clásico de Otoño?
Es la primera vez en 1,420 series al mejor de siete
juegos entre MLB, la NHL y la NBA que el equipo de
la ruta ha ganado los primeros seis compromisos.
Además, el duelo monticular entre Max Scherzer de los
Nacionales y Zack Greinke
consistente y la varían, aunque como persona pueden
equivocarse.
“Creo que en el béisbol si se le ha puesto tecnología
es al home plate, donde este año he visto en un
cuadro los promedios de los bateadores en las
diferentes zonas.
El lanzamiento al home a veces lo toman desde
diferentes ángulos de cámara y hasta se ve en 3D;
también han cogido fuerza las formaciones
irregulares del cuadro , donde en ocasiones vemos
el segunda base en el short stop, o la tercera en el
campo corto, lo cual me parece que todo esto tiene la
base en que se ha perdido la costumbre del toque de
bola en el béisbol moderno.
Hay peloteros que si notan que el tercera base está
algo retirado, por ahí mismo te tocan la bola.
Recuerdo a Luis Ulacia que hizo un arte el toque
de bola en marcha entre la primera, el pitcher y la
segunda base.
Bueno, amigos, no creo que el robot umpire resuelva
este problema. Ayer se armó tremenda jodedera por la
obstrucción de Turner y el Yuli en primera en cuanto
a que si corrió por dentro o fuera de la línea, esto no
hubiera pasado en el Pablo Avelino de Cárdenas”.
Ok.
PD: se reporta don Alfredo Mendoza Torres, jarocho
eterno de corazón y progenitor del lanzador Luis
Alonso Mendoza (Naranjeros), diciéndonos que más
que listo para ir al estadio a disfrutar las incidencias
contra los Venados de Mazatlán a quienes Hermosillo
venció ayer 6-4 y pues ya veremos esta tarde-noche
subiendo a la loma a Juan Pablo Oramas para enfrentar
a Francisco Moreno.
¡Bienvenido, Alfredo!
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