HOUSTON.– Juan Soto se convirtió en el jugador más joven en jonronear tres veces en una Serie Mundial guiando a los Nacionales a una victoria 7-2 sobre los Astros que envió la Serie Mundial a un séptimo y decisivo partido.
Cuatro días después de su cumpleaños número 21, disparó contra Justin Verlander a 111.4 mph, convirtiéndolo en el jonrón de postemporada más fuerte de los Nacionales desde que Statcast comenzó a rastrear en 2015.
Soto también se convirtió en el segundo jugador en pegar de jonrón contra múltiples ex ganadores de MVP en un solo Octubre, haciéndolo contra Verlander y Clayton Kershaw.
Por lo tanto, había motivos para celebrar, incluso si la naturaleza de esa celebración se cuestionaba.
Sin nunca quitar los ojos de la trayectoria de vuelo de la pelota, Soto movió el bate de su mano derecha a la izquierda y luego a su derecha. Por razones obvias, parecía reacio a soltarlo.
Sin nunca quitar los ojos de la trayectoria de vuelo de la pelota, Soto movió el bate de su mano derecha a la izquierda y luego a su derecha. Por razones obvias, parecía reacio a soltarlo.
Ese bate, un modelo Old Hickory de dos tonos, acababa de producir uno de los jonrones más impactantes en la historia de los Nacionales, dándoles una ventaja que nunca cederían en el Juego 6 de la Serie Mundial el martes por la noche. Más que eso, el batazo de Soto se produjo cuatro entradas después de que Alex Bregman conectó un jonrón de ventaja, llevando su bate por toda la línea de primera base en celebración.
“Simplemente pensé que era genial”, dijo Soto. “Yo quería hacerlo.”
Ver jonrón o pegar jonrón, para el muy talentoso Soto, a menudo parece tan fácil. Cuando se acercaba a la primera base en un trote, Soto arrojó su bate a los pies del entrenador Tim Bogar y rodeó las bases sin compañía. Su jonrón fue el cañonazo de la ventaja en una victoria por 7-2 sobre los Astros en el Juego 6 de la Serie Mundial, lo que obligó a ganar el Juego 7 el miércoles en el Minute Maid Park. No iba a perder una oportunidad de celebración.
“Solo trato de disfrutar cada jonrón”, dijo Soto. “Se siente realmente bien cuando bateas un jonrón en la Serie Mundial”.
En el camerino opuesto, Bregman, la inspiración de Soto, no se sentía tan orgulloso de su logro. Se criticó a sí mismo por dejar que sus emociones lo superaran, diciendo: “No es como me criaron para jugar”. Ofreció excusas por llevar su bate a la primera base para inspirar el acto imitador de Soto.
En el camerino opuesto, Bregman, la inspiración de Soto, no se sentía tan orgulloso de su logro. Se criticó a sí mismo por dejar que sus emociones lo superaran, diciendo: “No es como me criaron para jugar”. Ofreció excusas por llevar su bate a la primera base para inspirar el acto imitador de Soto.
“Me lo merecía”, dijo Bregman. “Fue mi culpa y me disculpo por hacerlo. No debería haberlo hecho.
“No se trata de eso. Quiero jugar béisbol de equipo e intentar ayudar a este equipo a ganar. Me emocioné demasiado y me disculpo con su equipo, mis compañeros de equipo, todos”.
“No se trata de eso. Quiero jugar béisbol de equipo e intentar ayudar a este equipo a ganar. Me emocioné demasiado y me disculpo con su equipo, mis compañeros de equipo, todos”.
Bregman, candidato a MVP de la Liga Americana, fue el autor de la celebración después de un jonrón para darle a los Astros una ventaja en la primera entrada contra Stephen Strasburg. Llevando su bate hasta la primera base, Bregman intentó torpemente entregarlo al entrenador de primera base, Don Kelly, y finalmente lo dejó caer cuando ya había pasado la almohadilla. Las coordenadas precisas del bate no importaron mucho a los dirigentes de cada equipo, quienes criticaron a ambos jugadores.
“No debería llevar el bate más allá de la primera base”, dijo AJ Hinch. “Soto tampoco debería llevarlo a la primera base”.
“No nos gustó”, repitió Dave Martínez. “Y el hecho de que Soto lo hizo, seré sincero contigo, no me gustó cuando lo hizo”.
Nos guste o no, los logros fueron históricos. El jonrón de Bregman le dio tres en la Serie, lo que lo convirtió en el jugador más joven de la Liga Americana en lograrlo desde Mickey Mantle en 1956.
“No nos gustó”, repitió Dave Martínez. “Y el hecho de que Soto lo hizo, seré sincero contigo, no me gustó cuando lo hizo”.
Nos guste o no, los logros fueron históricos. El jonrón de Bregman le dio tres en la Serie, lo que lo convirtió en el jugador más joven de la Liga Americana en lograrlo desde Mickey Mantle en 1956.
En una era en la que los lanzamientos de bates están de moda, en el que el eslogan oficial de postemporada de Ligas Mayores de Béisbol es “Jugamos con Ruido”, la realidad es que algunos jugadores, fanáticos y entrenadores prefieren lo contrario.
Es una cuestión de gustos, una cuestión de opinión.
Es una cuestión de gustos, una cuestión de opinión.
“El juego está cambiando muy rápidamente”, dijo el compañero de equipo de Soto, Adam Eaton. “Honestamente, no me importa lo que hagas. Esta es la etapa más grande en el béisbol. Cuando hay más de 40 mil personas y logras un gran jonrón en la Serie Mundial, puedes hacer lo que quieras”.
UN APUNTE
Supera a Cabrera
Juan Soto se convirtió en el jugador de menos de 22 años con más bambinazos en una postemporada, cinco. El dominicano rompió la marca de cuatro que estaba en manos del venezolano Miguel Cabrera (2003, Marlins), en la actualidad con Detroit.
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