28 ene 2019

EN TENIS, NOVAK DJOKOVIC: EL REY

El serbio arrasa en sets corridos a Rafael Nadal para levantar su séptimo trofeo en Melbourne
Novak Djokovic fue tan bueno, tan implacable y tan perfecto que Rafael Nadal no tuvo opciones.
Djokovic convirtió a uno de los grandes del deporte en otro rival más, y lo sacó tanto del partido que anuló sus famosas derechas.
Con una actuación considerablemente dominante y libre de errores que arrojó un resultado sorprendentemente desigual, el número 1 del mundo arrolló 6-3, 6-2 y 6-3 a Nadal e hizo historia al ganar su séptimo Abierto de Australia. El título fue el tercero de Grand Slam consecutivo para Djokovic, quien acumula 15 en su palmarés.
“Un nivel de tenis increíble”, reconoció un frustrado Nadal tras el partido.

Tras ceder apenas cuatro “games” en la semifinal, Djokovic habló sobre estar “en la zona”. Claramente, no ha salido de ella, pues ayer totalizó 34 golpes ganadores y solo nueve errores no forzados.
Y esto contra un rival que no era fácil: Nadal está en el número dos de la ATP, tiene 17 “majors” en su poder y no había cedido ni un solo set en todo el certamen.
Pero Djokovic hizo que Nadal se lamentase, apretase los dientes o golpease las cuerdas de su raqueta, incapaz de competir. “Esta noche no fue mi noche”, dijo el español.
Djokovic rompió su empate con Roger Federer y Roy Emerson como el tenista más laureado en Australia. Y superó a Pete Sampras como el tercero con más Grand Slam: por delante solo tiene a Federer, con 20, y a Nadal.
“A veces este torneo ha sido complicado para mí en términos de lesiones”, apuntó Nadal, quien tiene un récord de 1-4 en finales en Melbourne Park. “Y otras veces, en términos de rivales, como esta noche”.
Unos problemas en el codo derecho impidieron que Djokovic disputase la segunda mitad de la temporada 2017. Tras caer en octavos de final en Melbourne el año pasado, decidió pasar por el quirófano. Pero esos problemas son cosa del pasado.
El serbio, de 31 años, vuelve a estar en la élite del tenis. Además, la brecha entre él y el resto va en aumento.
“Estoy intentando contemplar mi camino en los 12 últimos meses”, señaló Djokovic, mencionando lo que calificó como “una lesión bastante grave”.
“Estar aquí y ahora frente a ustedes hoy y haber podido ganar este título y tres de cuatro (Grand) Slams es verdaderamente sorprendente”, agregó el serbio. “No tengo palabras”.

Rafa: “No fui destruido”

Nadal también ha tenido que sobreponerse a problemas de salud. El año pasado se retiró en cuartos de final de Australia y en la semifinal del Abierto de Estados Unidos por problemas en su pierna derecha. Al final de la temporada se sometió a una operación en el tobillo derecho y, hasta que regresó a las canchas de Melbourne, llevaba cuatro meses sin competir.
“Para mí es muy importante estar donde estoy hoy, de regreso tras una lesión, y es una buena inspiración para lo que está por llegar”, aseguró Nadal. “Voy a seguir luchando duro para ser un mejor jugador”.
“No creo que yo haya sido destruido”, agregó el tenista de 32 años, a manera de aclaración. “En mi opinión, enfrenté a alguien que llegó en el mayor nivel posible”.
Djokovic y Nadal se conocen a la perfección. Este era su enfrentamiento número 53 —más que ninguna otra pareja de tenistas en la era profesional— y el 15o. en uno de los cuatro “majors”, de los cuales ocho fueron en finales.— 

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